Sin repunte este año, la producción nacional de gas natural permanece en niveles mínimos y, en noviembre, se situó en 30,72 millones de metros cúbicos días (MMmcd), un nivel equiparable a los que se tenía en 2004 o 2005, antes del boom registrado entre 2006 y 2014.
Los datos oficiales procesados por la Dirección de Hidrocarburos, Minas y Energía de la Gobernación de Santa Cruz, revelan que en septiembre se llegaron a producir 29,20 MMmcd, en octubre 29,55 y en noviembre 30,72. En diciembre de 2023 la oferta llegaba a 33,94 MMmcd.
Antes de la llamada nacionalización
Hasta 2004 el país producía 27,1 MMmcd y en 2005 subió a 33,5. Sin embargo, en 2006, durante el inicio de gestión de Gobierno del MAS y la política de nacionalización o readecuación de contratos con las petroleras, la producción subió a 35,7 MMmcd.
En 2011 se da un salto hasta 43,5 millones, en 2013 se alcanza 56,5, al año siguiente 59,6 y en 2025 se registra un nivel de 59,2. Estas tres gestiones marcaron el pico de producción de gas.
Posteriormente como han reconocido las actuales autoridades, por falta de exploración y hallazgo de nuevas reservas de gas y la declinación natural de los campos productores, la producción ha disminuido cada año, cerrando 2023 con tan solo 36 MMmcd.
“Durante los últimos 12 años, la exploración no ha dado resultados esperados, hemos tenido datos preocupantes del avance de la exploración y los resultados son los que hoy se reflejan, hemos cerrado el año 2023 con una disminución de la producción de gas natural de 36 MMmcd frente a los 60 que se tenían en 2014”, precisó el 31 de marzo el exministro de Hidrocarburos, Franklin Molina.
Analistas como Álvaro Ríos, en diferentes oportunidades advirtieron que Bolivia se encamina a la importación de gas natural en los próximos años.
Con la ejecución del Plan de Reactivación del Upstream (PRU), Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y el impulso a varios proyectos exploratorios, se busca revertir la tendencia y se puede mejorar la producción los siguientes años.
