El Consejo Regional de Abastecimiento y Mercadeo Agropecuario (CRAMA) está en el centro de una polémica tras las acusaciones de desfalco presentadas por el dirigente campesino de Uriondo, Herbert Quispe. Según la denuncia, un grupo de dirigentes habría sustraído alrededor de 160.000 bolivianos de las cuentas de la institución, lo que ha generado tensiones dentro del gremio campesino.
La denuncia
Quispe acusa directamente a los hermanos Juan Carlos y Francisco Gutiérrez (dirigente de la Federación de Campesinos), junto a Jesús Miranda y Aluida Vilte, de haberse apropiado de fondos destinados al desarrollo de un proyecto en el Mercado Campesino.
Quispe detalla que emitieron cheques a favor de personas vinculadas a ellos, como Carla Isabel Colque Vilte, hija de Aluida Vilte, por un monto de 64.000 bolivianos; Erik Bronson, dirigente de la Fejuve Cercado, por 49.000 bolivianos; y Richard Hoz de Vila, por 46.000 bolivianos.
Quispe señaló que el pasado fin de semana un ampliado campesino, convocado para tratar este tema, fue interrumpido por la detonación de una bomba de gas, lo que impidió la rendición de cuentas. Responsabilizó de este hecho a los hermanos Gutiérrez.
En esa misma línea, la asambleísta departamental del MAS, Juanita Miranda, salió a reforzar las denuncias contra los hermanos Gutiérrez, a quienes acusó de usar sus influencias para ubicar a sus familiares en las instituciones estatales.
Contradenuncia
El ejecutivo de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (FSUCCT), Francisco Gutiérrez, negó cualquier vinculación con el manejo de los recursos del CRAMA. Afirmó que los ingresos diarios de la institución se destinan al pago de servicios básicos y mantenimiento. “No hay dinero para desfalcar. Si acusan, que presenten pruebas”, señaló.
Su hermano, por su parte, también rechazó las acusaciones y señaló a Quispe y Rivelino Zenteno como los responsables del manejo de los recursos del CRAMA. “Ellos deben rendir cuentas del dinero recaudado, que supera el millón de bolivianos anuales”, enfatizó.
Cabe mencionar, que este conflicto escaló cuando, durante el ampliado campesino del pasado fin de semana, se registró la detonación de una bomba de gas que dispersó a los asistentes. Los dirigentes acusados negaron estar involucrados en el incidente, mientras que las tensiones dentro del sector campesino se han intensificado, con acusaciones cruzadas que reflejan la división interna.
Bronson se defiende
El dirigente de la Fejuve Cercado, Erik Bronson, salió a aclarar que su persona no es parte de ningún desfalco al CRAMA, sino que como profesional en derecho, ha brindado un servicio a dicha entidad. Exponiendo el contrato, indicó que el servicio fue por un tiempo de siete meses por un monto de 49.000 bolivianos, tiempo en el que fungió como asesor legal, además de elaborar un nuevo estatuto para el Consejo.