La realidad es que es una forma de decir que Argentina podría sacar rédito de la energía que las Malvinas tiene debajo de la plataforma submarina, dada la ilegal toma que Reino Unido lleva hace tiempo instalado en tierras geopolíticamente correspondientes al país. Sin embargo, el hallazgo de una considerable cifra de barriles de oro negro en la cuenca marina cercana a nuestra orilla, reabre la cicatriz y suma una nueva herida al medio ambiente.
Reino Unido se apropia del oro negro hallado en las Islas Malvinas
El reclamo diplomático de Argentina a la comunidad internacional y a Reino Unido porque devuelvan las Islas Malvinas a nuestro país trasciende los gobiernos, vigente desde la toma en 1833 y con una triste contienda bélica en el medio, que se llevó cientos de vidas de nuestros soldados y la soberanía de las tierras del sur
Sin embargo, el hallazgo de 1.700 millones de barriles de petróleo bajo la plataforma de las islas reabre las heridas y revela que la región sudoccidental de nuestro país tiene mucho potencial energético, a pesar de que el mundo esté tomando otra dirección más renovable en ese sentido.
Lo cierto es que, en el año 2010, la compañía británica Rockhopper, dueña del 35% de las acciones del proyecto petrolero de las Islas Malvinas, en el yacimiento Sea Lion (León Marino), anunció el hallazgo de una suculenta porción de oro negro bajo el mar del territorio, a solo 200 kilómetros de la costa del Mar Argentino.
La sorpresa activó rápidamente las operaciones inglesas, dado que su mayor producción de petróleo en el Mar del Norte acumula 300 millones de barriles, contra los prometedores 1.700. El yacimiento se encontraría a 1.500 pies de profundidad, equivalente a uno 457 metros hacia abajo.
Las Islas Malvinas cobrarán millones en regalías e impuestos por la exportación del petróleo
El proyecto contaría con varias etapas que alcanzarían los 23 pozos de los que se extraerían 500 millones de barriles de petróleo. Sin embargo, se afirma el potencial de 1.700 millones durante 30 años sumado a el hallazgo de otra región como Isobel Deep, a 30 kilómetros al sur de León Marino, que podría contener mayor cantidad de oro negro.
La empresa responsable claramente no es argentina, es la israelí Navitas Petroleum, que tiene el 65% de la participación en la explotación y ya lleva invertido en este proyecto unos 1.200 millones de dólares. Juntas, Navitas y Rockhopper planean alcanzar una producción de entre 55.000 y 80.000 barriles diarios. Durante la primera etapa perforarán 11 pozos.
De acuerdo con los datos de la consultora Rystad Energy, se advierte que “En un entorno del petróleo a 70 dólares por barril, el desarrollo de Sea Lion puede generar más de 1.200 millones de dólares en ingresos durante el pico de la producción y el Gobierno de las islas ganaría 1.700 en la existencia útil del yacimiento”
Sin embargo, las críticas al gobierno del flamante primer ministro de Reino Unido Keir Starmer, quien durante la campaña prometía prohibir nuevas exploraciones de crudo y gas en aguas británicas, ahora fueron consideradas por el periódico The Telegraph como un “bochorno político”
El bochorno político tras la decisión de explotar el petróleo de las Islas Malvinas
El líder inglés se ha defendido de las críticas asegurando que las Islas Malvinas son un territorio autónomo y que la explotación del petróleo fue puesto a consulta popular de los kelpers quienes consideraron razonablemente su presente económico y se dejaron deslumbrar por los abultados dividendos
Si bien el proyecto de petróleo incentivará el empleo con 750 puestos y unos 1.375 asociados, nada quedará para Argentina ,y Reino Unido no se llevará demasiada tajada en esta empresa, que asegurará el futuro de las Islas Malvinas y de Navitas en particular. Lo peor es el daño al medioambiente, cuando el mundo ya ha trasladado su mirada hacia fuentes energéticas más sostenibles.