Analistas económicos consideran que la proyección de crecimiento del Gobierno para 2024, fijada en el 3,71%, está muy por encima de la realidad. Señalan que las proyecciones del Banco Mundial, del 1,4%, se ajustan mejor a la situación del país.
“Los organismos multilaterales están con proyecciones más cercanas a la realidad, que el mismo Gobierno”, indica en analista económico Jaime Dunn en entrevista con Brújula Digital.
Según el informe ‘Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento’ del Banco Mundial, Bolivia tendrá un “débil crecimiento económico” del 1,4% en 2024. Este dato sitúa al país como uno de los que menos crecerá en Sudamérica, solo por encima de Argentina, que experimentará una contracción del -3,5%, y Ecuador, con un crecimiento proyectado del 0,3%.
“El Gobierno nacional, planteo una meta para esta gestión de 3,71%; sin embargo, todas las proyecciones apuntan a que creceremos menos de la mitad de lo proyectado”, indicó el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
La proyección de crecimiento para el país en 2024, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), es del 1,7%. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima un crecimiento del 1,6%.
El Gobierno proyecta en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2024 un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,71%, lo que representa un aumento entre el 118% y 165% en comparación con las proyecciones de organismos multilaterales.
“La situación económica de Bolivia, se nota desde gestión pasada, tiene una tendencia a menor ritmo de crecimiento y por lo tanto lo que se ha estimado de 3,71 no se va lograr alcanzar”, dijo en analista German Molina.
Causas de la reducción en el crecimiento
Jaime Dunn indica que el Producto Interno Bruto (PIB) cuando se mide por el lado del gasto, establece que el crecimiento se da por el consumo, la inversión, el gasto público y las exportaciones; sin embargo, señaló que el modelo Económico Social y Productivo, “está basado principalmente en el gasto público y en el consumo”.
“Entonces cuando la economía no tiene los recursos para seguir consumiendo y gastando, eso repercute y se refleja en el PIB, en su desaceleración”, añadió.
Indicó que al tener un crecimiento lento y un incremento de precios, el país entraría a una deflación, “un fenómeno económico muy difícil de solucionar”.
Por parte, Molina señala que es difícil alcanzar las proyecciones del Gobierno, ya que la inversión pública ha disminuido durante todo el año, no han ingresado créditos externos y los bloqueos han afectado negativamente a la economía de la población.
Romero indicó que con la actual crisis fiscal como causa principal con sus secuelas a nivel de “comercio exterior deteriorado, reservas internacionales al límite, desequilibrio en el mercado de divisas, y una deuda externa creciente para seguir financiado el gasto público, ha dado lugar a una coyuntura donde el desabastecimiento de carburantes, escasez de dólares y mayor inflación, es pan de cada día. Estas condiciones, sumado a la crisis política e institucional, ingobernabilidad, poca sinergia con el sector privado, desastres naturales y ambientales, y un contexto externo adverso y con mucha incertidumbre, limitarán en demasía nuestro crecimiento económico para este 2024”.
Posibles soluciones
Dunn indica que, aunque queda poco tiempo para aumentar el porcentaje de crecimiento este año, es crucial comenzar a preparar la economía desde ahora para lograr un mayor crecimiento en 2025.
“Ya es muy poco el tiempo para cerrar el año con un crecimiento más alto. Sin embargo, el país no termina el 31 de diciembre de 2024, eso significa que hay que preparar la economía y crear los suficientes incentivos y estímulos para que el 2025 sea un mejor año y hay que empezar desde ahora”, afirmó.
Propuso liberar exportaciones ya que estas hacen creer al país y traen dólares para poder importar y fomentar precios más estables en el mercado. Además, indicó que es importante dar seguridad jurídica para que exista más inversiones privadas y extranjeras en el país.
Al respecto Molina indicó que “la única forma (para que el crecimiento suba) sería primero que el flujo de divisas del país se normalice, (porque) la industria nacional no tiene 100% insumos nacionales”, indicó Molina.
Además del funcionamiento de la Siderúrgica del Mutún o si Yacimientos de Litio Boliviano (YLB) comienza a producir a gran escala.