Las transferencias de recursos a las gobernaciones han sido más bajas este año en comparación con 2006, pero la situación se complicará aún más en 2025. Los Gobiernos subnacionales anticipan un recorte en sus presupuestos, lo que implicará una reducción en la inversión pública y en los gastos corrientes.
El secretario de Economía y Finanzas de la Gobernación de Tarija, Erick Montaño, informó que se espera una disminución del 19% en su presupuesto para 2025 en comparación con el actual. El techo presupuestario se reducirá de Bs 561 millones a Bs 455 millones para el próximo año, precisó Montaño.
En gestiones anteriores, ya se había reducido el número de secretarías de 13 a 6, y Montaño advirtió que para fines de este año se eliminarán dos secretarías más debido a la falta de recursos.
En La Paz, el gobernador Santos Quispe señaló que el presupuesto para 2024 se redujo en Bs 14 millones, y para 2025 se espera un recorte adicional de Bs 20 millones.
Por su parte, la Gobernación de Santa Cruz reportó un recorte del 31% en su presupuesto, pasando de Bs 1.414 millones en 2024 a Bs 977 millones en 2025.
Este medio intentó obtener del Ministerio de Economía el total del recorte presupuestario para las gobernaciones, así como el desglose por cada una de ellas, pero no recibió respuesta hasta el cierre de esta edición.
El analista en presupuestos de la Fundación Jubileo René Martínez señaló que desde 2015, cuando comenzó el declive en la producción de gas, las transferencias a las gobernaciones por concepto de impuestos, IDH y regalías han disminuido considerablemente.
A pesar del aumento de los precios internacionales del petróleo en los últimos años, los ingresos por la venta de gas han continuado en declive. El viceministro de Autonomías, Álvaro Ruíz, reconoció que los recortes presupuestarios son inevitables “porque todos sabemos que hay una reducción de gas”.
Según la Constitución, las gobernaciones pueden generar ingresos propios a través de empresas públicas, impuestos, tasas y contribuciones departamentales. Sin embargo, su principal y casi única fuente de ingresos ha sido, durante muchos años, las transferencias del Tesoro General, administrado por el Gobierno central.
“Es evidente que también ha habido una mala administración. Las gobernaciones han mantenido la costumbre de depender de la recaudación nacional o del endeudamiento”, comentó el economista Fernando Romero.