Los transportistas de Santa Cruz afrontan un rechazo generalizado de diversos sectores, como gremiales y juntas vecinales, a su intención de ajustar el precio de los pasajes y el alcalde Jhonny Fernández les dijo que no es momento de hablar de incrementos y sumarle cargas a la población.
En una gran marcha, los transportistas urbanos de Santa Cruz llegaron hasta la Alcaldía Municipal para entregarle a Fernández el estudio de costos encargado por su sector donde se establece que el pasaje debe valer Bs 3.70. Los micreros esperan una fecha para ser atendidos por el ejecutivo.
Jhonny señaló que aún no había recibido una propuesta formal del transporte, pero anticipó que no permitirá dicho incremento porque no es prudente en estos momentos. Enfatizó que si se trata de una propuesta, la recibirá, pero descarta respuestas positivas al pedido.
«No es momento para seguir cargando más a la economía de nuestro pueblo. Yo creo que en este momento no solo está sufriendo el transporte, están sufriendo todos los sectores», aseguró Fernández.
Los transportistas marcharon desde el Parque Urbano Central hasta el edificio central de la alcaldía. Bismark Daza y Raúl Lobo, dirigentes del sector, ratificaron que su estudio de costos estableció que el pasaje debe subir de los actuales Bs 2 a Bs 3.70, pero señalaron que buscarán un consenso para que se llegue al menos a Bs 2.50 o 2.70.
Agregaron que el aumento le permitirá asegurar la normalidad del servicio cuando la ciudad se anega por las lluvias y asumir los costos de reparación por el deterioro de los micros debido al mal estado de las losetas o el pavimento en muchas zonas de la ciudad.
Las juntas vecinales rechazaron el pedido de incremento de pasajes en plena crisis que atraviesa el país. Llamaron a los transportistas a desistir de su intención y primero mejorar el servicio que prestan, además de garantizar la continuidad del mismo en días de lluvias u horarios nocturnos.
«Nosotros los vecinos somos los usuarios del transporte, el sustento de ellos; no creo que en plena crisis el transporte quiera salvarse de la crisis y aplastar a sus usuarios». Esta propuesta es en contra de su propio pueblo; repudiamos y rechazamos cualquier anuncio de un posible incremento. Primero tiene que mejorar sus cacharros de siempre, atender mejor a los adultos mayores, niños en edad escolar, cumplir su trabajo aunque llueva y los horarios nocturnos donde nos dejan abandonados», indicó Omar Ribera, presidente de una de las juntas vecinales de la ciudad.
El concejal Juan Carlos Medrano calificó como una «chacota» el estudio de costos del transporte público. «Ellos hicieron un estudio de manera unilateral; el único que tiene la potestad de aprobar es el Concejo Municipal y no lo va a aprobar porque no se consensuó ni con la Alcaldía, ni con el Concejo ni los vecinos», señaló el legislador edil.
Explicó que dentro del reordenamiento del transporte hay una norma que establece la licitación de rutas porque había empresas que pretendían traer micros nuevos y quienes se opusieron al proyecto fueron los transportistas sindicalizados.
Advirtió que de persistir en su pedido de elevar el pasaje del micro en plena crisis económica, se podría declarar transporte libre y agregó que para paliar sus necesidades existe una ley en carpeta para que el sector acceda a descuentos en el pago de tasas y patentes municipales.
