El Banco Mundial (BM) ajustó su pronóstico de crecimiento económico para Bolivia en 2024, reduciendo del 1,5 al 1,4 por ciento, según la última edición del informe “Perspectivas económicas mundiales”. Al respecto, el ministro Marcelo Montenegro consideró como equivocado el dato del ente financiero mundial.
Esta cifra contrasta con las expectativas del Gobierno boliviano, que apuntaban a un crecimiento del 3,71 por ciento establecido en el Presupuesto General del Estado (PGE) para este año y sitúa a Bolivia por debajo de la media de crecimiento económico esperada para América Latina y el Caribe, situada en torno al 1,6 por ciento.
En junio del 2023, el Banco Mundial había proyectado un incremento del 2 por ciento para Bolivia en 2024, luego redujo a 1,5 por ciento a principios de este año y ahora al 1,4 por ciento.
El ministro de Economía boliviano, Marcelo Montenegro, dijo ayer en entrevista con El Deber Radio la estabilidad macroeconómica del país y descartó la posibilidad de una crisis, enfatizando que Bolivia continúa avanzando en crecimiento económico, con una inflación controlada y un mercado laboral dinámico.
Según Montenegro, una crisis económica se define por una caída sistemática de precios en el caso de deflación o por un desbordamiento de los precios por encima de un nivel natural en el caso de inflación, situaciones que no se presentan en Bolivia actualmente.
Por otro lado, el presidente Luis Arce sostuvo que la política está dañando la economía al preelectoralizar el contexto nacional, lo que genera un “ataque especulativo” contra algunos productos de la canasta familiar y la cotización del dólar.