El presidente del Estado, Luis Arce, afirmó este lunes que el país depende de la importación de petróleo, diesel y gasolina y alertó que «el precio que estamos pagando ahora es descomunal».
«Es importante mencionar que dependemos de la importación de petróleo, diesel y gasolina; que es importante para el desarrollo de otras actividades, sin diesel no hay agricultura, no hay transporte, y el precio que estamos pagando ahora es un precio descomunal producto de la guerra», manifestó la autoridad.
Según el mandatario, el que no entienda que hay efectos positivos y negativos de la guerra y que América Latina, al igual que este país, «está sufriendo un efecto negativo por los precios del petróleo, simplemente ignora cómo se maneja la economía de un país».
«Nosotros estamos muy conscientes de ello y hemos preservado, sobre todo, el poder adquisitivo de la moneda de los bolivianos. El sacrificio que está haciendo el Gobierno es que la inflación internacional no llegue a nuestro país y por eso, pese a todo, estamos gozando de esta estabilidad económica que muy pocos países pueden (tener) por una decisión política del Gobierno de mantener el poder adquisitivo y defender a los más pobres», añadió.
Insistió que por el conflicto bélico en Europa «nos encontramos enfrentando efectos que han sido nocivos para Bolivia y muchos países. Si bien ese efecto inicial fue un incremento en los precios de varias materias primas, induciría a pensar que nos estaría yendo muy bien, pero eso es miope».
«Eso es no ver la realidad porque Bolivia desde hace muchos años atrás ha tenido una dependencia que hoy gradualmente estamos tratando de resolverla, que es la importación de líquidos, la importación de diésel, la importación de gasolina», señaló.
No obstante, afirmó que «sin duda estos efectos van a ser contrarrestados» con la pronta inauguración de las plantas de producción de biodiésel, una en Santa Cruz y otra en El Alto, y en «los próximos años» con la planta HVO, para sustituir la importación de crudo.
«Nosotros estamos encaminados a resolver los problemas estructurales, no los problemas superficiales, los problemas superficiales no son resolución correcta y real para la economía boliviana», enfatizó.