El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Francisco Vargas, reveló ayer que la Unión Europea (UE) no podrá apoyar en la auditoria al padrón electoral o, eventualmente, en un nuevo registro nacional de votantes. El costo de este proceso, según dijo, asciende a unos $us 70 millones.
“La Unión Europea ha respondido y el Tribunal Supremo Electoral no cuenta con los recursos para llevar adelante este proceso y tampoco está dentro de los ámbitos de acción que realiza, pero estamos viendo otras alternativas”, señaló Vargas en una entrevista con el programa Influyentes emitido en EL DEBER Radio.
Vargas dijo que el padrón “es confiable”, aunque reconoció que los equipos empleados para captar los datos biométricos de cada votante son antiguos, pues se compraron en 2009. Reconoció que en la sala plena del TSE hay vocales que están de acuerdo en hacer otro padrón para recuperar la credibilidad que fue golpeada durante la crisis política de 2019.
La autoridad electoral anunció que, además de tocar las puertas de la UE, se aproximaron a la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) para solicitar apoyo en favor del padrón. “Desde el Órgano Electoral no se esconde nada, por eso si hay que transparentar mucho más el padrón hay que hacerlo”, indicó Vargas en EL DEBER Radio.
El TSE solicitó la colaboración de la Unión Europea para “una auditoría” y para mejorar la transparencia del padrón electoral. Entonces, el presidente de la entidad, Oscar Hassenteufel, señaló que, además del monto, también se necesitan acuerdos entre los órganos Legislativo y Ejecutivo que viabilicen este procedimiento desde el ámbito político.
El TSE también explicó que “se formó una comisión” para establecer, por ejemplo, cuánto tiempo demandará la construcción de un nuevo registro de votantes.
Para las elecciones del 18 de octubre de 2020 fueron habilitados 7.332.925 millones de votantes; 17.561 electores más de los anotados en 2019, cuando 7.315.364 estaban habilitados. El registro contempló el padrón de varias ciudades del extranjero y por eso es superior a la lista de votantes habilitados para los comicios subnacionales de 2021.
Para el 2024, el TSE debe redistribuir escaños y reconfigurar el mapa electoral, según la cantidad de personas que sean contabilizadas en el próximo censo.
PARA SABER
DATO: La credibilidad fue cuestionada en 2019, cuando la OEA halló una “manipulación dolosa” en la transmisión de los datos electorales. Ese año, Evo Morales buscó su cuarto mandato.
DEMANDA: Varios sectores de la sociedad civil exigen que se haga un nuevo registro de votantes con tecnología biométrica.