Chuquisaca está entre los tres departamentos con menor nivel de crecimiento en Bolivia, según datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística. Para la Gobernación, el indicador es una muestra de las asimetrías y de la necesidad de una redistribución de recursos, mientras que para la Alcaldía de Sucre, revertir esta realidad no debe ser tarea exclusiva del nivel central.
Chuquisaca registró un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,41% en 2022, la mitad o menos de lo que crecieron La Paz, Oruro, Cochabamba, Santa Cruz y Beni y una cuarta parte del PIB de Pando, el que más creció.
El departamento solo está por delante de Potosí y Tarija, que decrecieron en -2,40 y -6,22 por ciento, respectivamente.
Desde 2016, Chuquisaca no reporta un crecimiento superior al 3%. Ese año, su PIB se incrementó en 0,79%; el 2017, en 1,90% y el 2018, en 2,90%. El 2019, marcado por la crisis poselectoral en Bolivia, ya hubo un decrecimiento del -0,02%, indicador que cayó hasta -9,85% en 2020, debido a la cuarentena por el covid-19, cuando el país entero tuvo números rojos.
Si bien en 2021 hubo un crecimiento del PIB de 9,02%, este supuso una recuperación del decrecimiento de la gestión anterior.
“Nos muestran una información de que sí está creciendo, pero no está creciendo igual que los otros departamentos. Su crecimiento es mínimo respecto a otros departamentos como por ejemplo Pando (…) El eje, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, tienen otro crecimiento”, manifestó este lunes, en Correo del Sur Radio, el secretario de Planificación de la Gobernación de Chuquisaca, Juan Melendres, al remarcar que esta situación se repite desde hace algunos años.
“En este crecimiento también tiene que ver la forma de distribución de los ingresos a los departamentos y cómo genera un efecto multiplicador en la economía”, agregó.
Con menos ingresos este año, el Gobierno departamental está trabajando en una propuesta de pacto fiscal. Justamente este lunes posesionó al “Consejo Departamental de Coordinación para el Acuerdo Nacional de Redistribución de los Recursos para el Desarrollo con Equidad”.
“El problema de la economía del departamento de Chuquisaca es que tiene una fuerte dependencia del gas y de la actividad pública. Es importante que empecemos a marcar una línea de desarrollo tanto en el municipio como en el departamento (…), debemos diversificar el crecimiento del departamento con actividades que sean sostenibles y que nos permitan una transformación”, opinó el secretario municipal de Planificación, Felipe Jerez.
Producto de la bonanza por los precios del gas, el PIB de Chuquisaca creció considerablemente en ese periodo: 8,38% en 2012; 10,97% en 2013; 7,71% en 2014 y 7,89% en 2015.
Sobre la propuesta de redistribución de recursos, Jerez remarca que no depende solamente de Chuquisaca y “si se beneficia a alguien hay que quitarle a alguien”. “Lo que tenemos que ver son las industrias manufactureras que nos permitan tener un desarrollo y un crecimiento sostenible”, manifiesta.
EN BOLIVIA
El 2022, dos terceras partes de los nueve departamentos de Bolivia tuvieron un crecimiento económico menor al de 2021. El Gobierno tenía pronosticado crecer en un 5,11%, pero solo llegó al 3,48%, la mitad del 6,11% de 2021. “Eso da a entender de que la gestión 2022 la economía está en un proceso de desaceleración, de enfriamiento económico”, advierte el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero. Sobre la base de lo dicho por varios organismos, vaticina que Bolivia no crecerá más del 2% este 2023 y que hasta 2025 no superará el 2,3%, lo que llevaría, en sus palabras, a una recesión.
