El valor de las regalías que recibe Bolivia por la explotación de sus minerales crece, pero no en la proporción en la que aumenta la producción y las exportaciones del sector, lo que muestra una debilidad institucional para hacer cumplir la normativa vigente. El recurso natural donde más dinero pierde el Estado es el oro, por el que no se llega a pagar el 2,5% mínimo que dicta la ley.
Datos del Anuario Estadístico y Situación de la Minería 2022 muestran que el valor de los minerales producidos en Bolivia creció de $us 4.106 millones en 2018 a 6.761 millones el año pasado, lo que representa un incremento del 64,6%.
Por su lado, las regalías que reciben gobernaciones (85%) y municipios productores (15%) como compensación por la explotación de los recursos minerales, metálicos y no metálicos aumentaron en 33%, de $us 178,8 millones a 238,1 millones.
Un análisis más detallado revela, sin embargo, que “el Estado está recibiendo cada vez menos regalías”, pese a que el valor de las ventas a otros países ha ido en aumento, afirmó Héctor Córdova, especialista en temas mineros de la Fundación Jubileo.
“En 2018, las regalías recibidas representaban el 4,35% del valor exportado, el 2019 el 3,94%, el 2020 el 4%, el 2021 el 3,67% y el 2022 el 3,52%. Esta disminución se debe exclusivamente a que estamos exportando cada vez más oro y a que los cooperativistas pagan incluso menos del 2,5% mínimo” establecido por ley, explicó.
La pasada gestión, el valor de las exportaciones auríferas se elevó en 17%, de $us 2.534 millones a 3.007 millones; mientras las regalías que dejaron aumentaron en 5,5%, de $us 59,8 millones a 63,2 millones.
La compensación obtenida por las regiones por la explotación de oro, que en un 99,5% está en manos de las cooperativas, llegó apenas al 2,1% del valor exportado.
“Existen antecedentes” de un desequilibrio entre regalías pagadas y producción minera que se ha repetido en años anteriores, sostuvo Alfredo Zaconeta, investigador en temas mineros del Centro de Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla). “La más llamativa es la del oro. En 2021, esa producción dejó una regalía del 2,3% y una de apenas 2,05% en 2022. Las autoridades encargadas de fiscalizar la minería nacional hasta el momento no han podido explicar esta anomalía, observó.
Al respecto, Eloy Sirpa, presidente de la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco), una de las mayores organizaciones de productores auríferos de Bolivia, dijo que sí cumplen con el 2,5%. “No estamos muy de acuerdo con esa versión. Estamos haciendo que nuestros asesores analicen” esos datos “para dar un informe concreto” con esa evaluación, dijo el dirigente.
Consultado sobre el tema, el ministro de Minería y Metalurgia, Ramiro Villavicencio, informó a EL DEBER que la diferencia se explica con la demanda interna.
“Si se han exportado $us 3.000 millones, el 2,5% llegan a ser –si no me equivoco– unos $us 66 millones, pero se registró menos, unos $us 60 millones. Eso se debe a que ese oro se ha vendido en el interior del país”, aseveró.
“Si el oro se vende dentro del país para transformarlo en joyas la empresa o cooperativa puede pagar el 1,5% (en regalías). Pero las estadísticas muestran que se ha exportado prácticamente todo lo que se ha producido. No hay motivo para que digan que han vendido al mercado interno y que por eso han pagado un 1,5% de regalías”, retrucó Córdova.
El Anuario Estadístico indica que en 2022 se produjo oro por un valor de $us 3.073 millones y que se exportó un valor de $us 3.007 millones (el 97,88%).
“El Estado ha perdido el control de la explotación aurífera y eso hace que los cooperativistas paguen incluso menos del 2,5% que es lo mínimo que deberían pagar”, sostuvo Córdova. “El Gobierno ni siquiera puede hacer cumplir la actual ley y el Estado pierde mucho dinero por la explotación de este metal. Los cooperativistas son demasiado fuertes y hacen lo que les parece”, acotó.
La explotación del oro debería por norma dejar hasta un 7% de regalías, pero los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS) permitieron a los cooperativistas pagar como si todas sus operaciones fueran hechas en yacimientos marginales y de pequeña escala, un “regalado” 2,5%. “Siendo el metal que debería pagar más es el que menos paga, lo que es una afrenta a todo el pueblo boliviano (…). Si cumplieran las normas actuales, el Estado estaría recibiendo $us 1.500 millones por año por impuestos y regalías”, indicó el investigador de Jubileo.
“Hay un descontrol completo de la minería, que ahora recibe mayor atención por la desesperada propuesta gubernamental de la Ley del Oro, para comercializarlo sin consultar con la Asamblea Legislativa e intentar estabilizar las reservas internacionales”, afirmó la senadora Cecilia Requena, de Comunidad Ciudadana.
Ese descontrol “no solo se manifiesta en las graves vulneraciones de derechos humanos en el territorio por contaminación y devastación irreversible (de la minería aurífera), sino también por un preocupante caos a nivel institucional”, acotó.
Esta falta de claridad se refleja también en los datos preliminares del Instituto de Estadística (INE), que indican que las exportaciones bolivianas de oro metálico sumaron $us 69,3 toneladas, mientras que el anuario del Ministerio de Minería indica que el volumen producción es de 53,4 toneladas.
“La diferencia es muy grande para ignorarla”, apuntó Córdova.
Un informe del Ministerio de la Presidencia, que es parte de la exposición de motivos del proyecto de Ley del Oro de Producción Nacional destinado al Fortalecimiento de las Reservas Internacionales Netas, revela que “existe una internación de oro proveniente de Perú de forma ilegal que se destina a la exportación por vías formales de Bolivia”.
“Sin duda, el tema del oro se lo debe trabajar de tal manera que con la Ley de Reservas Internacionales el Estado vaya haciendo trazabilidad, para tener el control desde la explotación, producción y sobre todo la comercialización”, sostuvo el ministro de Minería.
“Si el Gobierno tuviera las agallas y la fuerza, podrían resolver el problema económico de Bolivia solamente atacando el caso del oro. No tendría que estar prestándose de nadie. Bastaría que exija el cumplimiento de la norma, pero no tiene la voluntad para hacerlo y tiene que sacrificarnos a todos y llevarnos a una situación muy grave, de carencia de divisas”, manifestó Córdova.