Tras la admisión del Gobierno de que la Ley de Hidrocarburos cumplió su ciclo, analistas señalan que las condiciones del mercado han cambiado, pero urge impulsar una nueva norma con cambios en el régimen fiscal y que garantice la seguridad jurídica a las inversiones.
El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, señaló el domingo que la Ley 3058 de Hidrocarburos cumplió su ciclo por lo que el Gobierno trabaja en nuevos incentivos y una futura Ley de Asociaciones en el sector.
Álvaro Ríos, el exministro de Hidrocarburos, opinó que es importante realizar cambios y generar incentivos para generar nuevas inversiones en exploración petrolera, pero aclaró que las condiciones de mercado han cambiado y los dos principales mercados en la región han desarrollado sus propias reservas.
Recordó que hace 10 años viene sugiriendo la necesidad de una nueva Ley de Hidrocarburos, pero ahora no hay que dejar de hacerlo y los nuevos incentivos deben ser tan potentes que permitan contrarestar la situación actual.
Añadió que Argentina llegará al norte de Bolivia con su producción y prácticamente se ha perdido ese mercado y Brasil, por su lado, ha desarrollado reservas con el Presal y el mercado interno tiene precios subsidiados.
Según Ríos, Bolivia necesita garantizar seguridad jurídica, generar retornos y evaluar cómo se puede atraer inversión considerando el riesgo geológico y de mercado. “Se puede trabajar una combinación de diferimiento de impuestos, pero el tiempo pasa, hay nuevas condiciones, el mercado argentino se ha perdido y en el mercado interno nadie vendrá con precios subsidiados”, precisó.
Pero remarcó que se debe tratar de atraer inversión y tomar en cuenta que los resultados no son inmediatos porque, primero, se debe descubrir reservas, luego instalar plantas, ramales y de ahí recién pensar en la firma de contratos. Sin contar con gas, no se puede firmar contratos de venta.
Por su lado, la analista en el sector hidrocarburos Susana Anaya opinó que no se entiende cuál es el ciclo que se cumplió con la Ley 3058 porque desde su vigencia, en 2005, y el Decreto de Nacionalización 28701, en 2006, no hubo inversiones en exploración y tampoco se reportó ningún descubrimiento importante de campos.
Sólo se explotaron los recursos que se descubrieron antes de 2006 y no es un ciclo de éxito con aumento de reservas y de producción de gas y líquidos, más bien ocurrió lo contrario.
“El Gobierno tardó mucho en darse cuenta de eso y se ha seguido con la misma política, no se quiso hacer reformas por no perforar el modelo y por dar la impresión de que éste era los máximo, y que el auge que se tuvo era por el modelo”, precisó Anaya.
Agregó que la producción e ingresos que se registraron hasta 2014 fue gracias a los descubrimientos de reservas antes de 2006 y a los altos precios internacionales. “Decir que se ha terminado el ciclo no es cierto porque ese ciclo no permitió ningún éxito de YPFB, sólo se ha apropiado de los excedentes para distribuir y las subsidiarias Chaco y Andina tampoco han logrado ningún gran descubrimiento, operan en campos pequeños y su producción han declinado”, apuntó.
En todo caso, según Anaya, nunca es tarde pero adelantó que si hay cambios en la norma, no se podrá observar una reactivación inmediata del sector y los resultados de mayor inversión y descubrimientos de reservas, demorarán unos 10 años.
La experta considera que es importante modificar el régimen fiscal o de impuestos y los precios, aunque lo último es más complicado por el aspecto social y político.
“Si se quiere atraer inversión, lo más importante es cambiar el régimen fiscal o de impuestos, porque es lo que determina lo económico. Si no es atractiva la ecuación, nadie va a invertir como ocurrió en los últimos años”, advirtió Anaya.