La puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner representará cambios en la estructura económica argentina, con una mayor provisión de gas natural para la industria y el consumo residencial, además de un ahorro estimado en US$ 2.900 millones al año en recortes de importaciones de energía y de subsidios, de acuerdo con cálculos oficiales.
Según el director del Centro de Economía Política Argentina (Cepa), Hernán Letcher, «el gasoducto le dará a Argentina la posibilidad de transformar su matriz económica, dado que en sucesivas etapas le permitirá un acceso a dólares que hoy no tiene».
«Vaca Muerta son dos complejos sojeros sumados», comparó Letcher en declaraciones a Télam, en referencia a la generación de divisas que aportarán los yacimientos no convencionales una vez que su producción pueda ser transportada, distribuida y exportada sin los actuales cuellos de botella.
Al respecto, en el decreto de necesidad y urgencia 76 del 11 de febrero de 2022, el Gobierno remarcó la importancia de la constitución del Fondegas (Fondo de Desarrollo Gasífero Argentino), para la construcción del gasoducto en un momento en el que «la capacidad de transporte de los tres gasoductos que unen la Cuenca Neuquina con los grandes centros de consumo se encuentra prácticamente saturada».
Esa situación implicaba que «los productores de gas de dicha cuenca no puedan seguir incrementando su producción más allá de unos 5 millones a 6 millones de metros cúbicos diarios adicionales, precisamente por imposibilidad de evacuarla», agrgeó el DNU.