Bolivia cerró el año 2022 con una inflación anual de 3,12%, una de las más bajas en comparación con los índices registrados en otros países de la región. Industriales y analistas destacan la estabilidad de precios alcanzada porque esto genera certidumbre en los agentes económicos.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC), en diciembre de 2022, registró un aumento de 0,12% respecto a noviembre. La variación acumulada hasta diciembre y a 12 meses fue de 3,12%.
La inflación de 3,12% registrada por el país en 2022 estuvo cerca de la meta de 3,3% que fijó el Gobierno en el Presupuesto General del Estado (PGE) del año pasado y que se estableció con el Banco Central de Bolivia (BCB) en el Programa Fiscal Financiero.
El reporte del INE señala que en diciembre de 2022 los productos que tuvieron un mayor aumento de precios fueron la carne de pollo, 5,14%; la arveja verde, 16,9%; la uva, 15,6%; los servicios de transporte interdepartamental en flotas, 43%; y el corte de cabello, 1,41%.
Por otra parte, disminuyeron de precios la cebolla en -11,8%; carne de res sin hueso, -0,95%; papa, -4,4%; zanahoria, -9,6%; plátano, -3,99%; carne de res con hueso, -1,25%.
Según el portal www.datosmacro.com de Expansión, países como Chile reportaban hasta noviembre una inflación de 12,5%; Argentina, 85,5%; Brasil, 5,2%; Colombia, 13,1%; y Ecuador, 3,6%. Paraguay cerró el año con un índice de 8,1%.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho, destacó el bajo nivel de inflación registrado en 2022, pero señaló que se debe comenzar a trabajar en una mayor tasa de crecimiento.
Añadió que entre los empresarios y el Gobierno se puede lograr mejores condiciones de industrialización y sustituir importaciones. “Da certidumbre una baja inflación, pero es importante que esto se acompañe de mayores tasas de crecimiento económico. El PIB industrial está en 17% los últimos 17 años y debemos trabajar para que el promedio anual de 3,9% suba más”, indicó.
El economista Jorge Akamine dijo que la baja tasa de inflación desde el punto de vista económico garantiza estabilidad de precios y una economía estable, porque si el IPC es elevado genera desconfianza.
Explicó que, en comparación con otros años, este indicador estuvo un poco más alto por el contexto externo.
Añadió que la inflación se encuentra anclada en la subvención a los carburantes y alimentos, tipo de cambio fijo y el contrabando e importación legal que permite que se internen productos baratos y donde la industria no puede competir.
El economista German Molina resaltó que la tasa de 3,12% está cerca de la proyección oficial y por debajo de lo ocurrido en otros países de la región. Esto permitió –dijo– que hogares y empresas hagan sus transacciones con mayor certidumbre. Aclaró que en el país se tiene una inflación reprimida por la subvención a carburantes, alimentos, servicios básicos y control de precios. “No es inflación obtenida por una mayor producción, sino por intervención de Gobierno”, dijo.
