A pesar de que la industrialización del litio data de hace 10 años en países vecinos, Bolivia ingresará recién a la elaboración de carbonato de litio de manera masiva, pero expertos señalan que debido a esto la fabricación de baterías quedará rezagada.
El Salar de Uyuni, está ubicado en el departamento de Potosí, por lo tanto, es la principal región con el mayor yacimiento de litio, que según cálculos internacionales posee alrededor de 21 millones de toneladas.
El analista de la Fundación Jubileo, Héctor Córdova, en principio advierte problemas por la dependencia que tiene la producción de litio en manos del Ministerio de Hidrocarburos, la segunda observación es que ya no se habla de la fabricación de baterías en el país y más bien sólo apuntan a la producción masiva de carbonato de litio para exportarlo como materia prima.
En opinión de Córdova, el presidente Luis Arce al parecer ha descartado el proyecto anterior, que hablaba de la fabricación de baterías en el país, mientras propicia la producción masiva de materia prima, carbonato de litio, para exportar.
La convocatoria a empresas internacionales señala otras especificaciones tales como la aplicación de tecnología para la Extracción Directa del Litio (EDL) sólo se muestra que el gobierno busca producir masivamente materia prima.
«Ya no se habla de otras fases», observa que la mirada corta de las autoridades apunta a aprovechar los precios elevados del carbonato de litio en el mercado internacional, lo cual llevaría a comprometer el futuro del país y de las regiones.
Entretanto, un reportaje de los medios informativos alemanes, adelantó que los precios altos del litio tendrán una duración de dos años, y luego irá bajando, debido a que la oferta aumentará, además que en el mercado aparecen otros reemplazantes, como el hidrógeno.
Córdova espera que los precios altos se mantengan en las siguientes gestiones, pero se muestra poco optimista por la cantidad de empresas y países que descubren el litio, y la oferta superaría a la demanda, empujando el precio hacia abajo.
Estimó que sí se mantuvieran las cotizaciones altas y se produciría 80 mil toneladas de carbonato de litio, como está proyectado, el país recibiría alrededor de 500 millones de dólares de utilidades cada año.
Como se recordará el valor de la tonelada de litio bordeó entre 60 mil a 70 dólares la tonelada en el mercado internacional, ante la demanda de la materia prima para la fabricación de autos eléctricos.
En 2019, la protesta social provocó que se anulara el contrato con la empresa alemana ACI Systems (Acisa), que apuntaba a la industrialización del litio en la región de Potosí.
Córdova sostiene que la venta de carbonato de litio no es lo que se quiere, pues si llega a la fase de industrialización se podría multiplicar por 10 los 500 millones de dólares por la venta de materia prima.
Además que generaría más empleos, así como mayores utilidades para el país, pero si se quiere alcanzar ese objetivo se debería empezar ya, con la capacitación de personal, en alianza con las universidades.
También se debería formar alianzas con las empresas privadas para la producción de baterías en el país, ya que el país no produce todos los insumos que requiere la fabricación de este producto; no hay industria básica, lamenta.
El proyecto de industrialización al parecer quedó postergado, y por ello las organizaciones sociales del Potosí ya presentaron una propuesta para aumentar las regalías de los recursos naturales no renovables, como el litio, debido a que desconfían del Gobierno.
Países
Chile toma la delantera en la exportación de carbonato de litio, en la región sudamericana, Argentina ya empezó a tomar acciones para avanzar en la exportación de materia prima, y Perú no se queda atrás, pues hay interés de empresas chinas en invertir en el vecino país e ingresar en la carrera de la venta del insumo para las baterías.
Mientras tanto, en Bolivia, las autoridades vienen anunciando la entrega de la planta de carbonato de litio, asimismo, se espera la conclusión en 2022 para arrancar en el segundo semestre de la presente gestión.
En una publicación de julio de 2022 de la agencia estatal ABI, el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Álvaro Arnéz, informó que a partir del 2023 empezará a operar la Planta Industrial de Carbonato de Litio cuya construcción se encuentra con un avance físico del 84%.
En esa fecha, indicó que se cuenta con una producción piloto, pero con la puesta en marcha de la Planta Industrial, Bolivia será un referente como país exportador dentro de un ranking que provee litio a nivel global.