La Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE) renovó su directorio, el cual estará presidido por Pedro Ribeiro, de Total E&P Bolivie. El objetivo de los nuevos representantes de las petroleras privadas es gestionar “adecuaciones y un marco normativo que garantice la competitividad y permita atraer inversiones”.
“El directorio asume en un momento de grandes desafíos para el sector y considera que cada una de las empresas asociadas a la institución, junto con mantener la eficiencia y la sostenibilidad de sus actividades, debe buscar nuevas oportunidades y condiciones para proyectarse en el mediano y largo plazo”, indica una nota de prensa de la institución.
“Por ello, centrarán sus esfuerzos en acciones que contribuyan a viabilizar nuevos proyectos en el país, los que puedan contribuir a enfrentar la declinación natural de la producción y a mantener a Bolivia como un actor importante dentro del mercado regional del gas. No obstante, esto demanda cambios y una adecuación a las condiciones que hoy imperan en la industria de la energía a nivel mundial y que ha generado una mayor competencia para atraer los recursos financieros y técnicos”, sostiene la Cámara.
El nuevo directorio asume en un momento en el que la producción nacional de gas natural se ha estado reduciendo en los últimos años, lo que ha llevado las importaciones de diésel y gasolina a niveles considerables con valores nunca vistos en la historia del país.
El trabajo conjunto entre los sectores público y privado viabilizará “nuevos proyectos que, en el mediano y largo plazo, permitirán aumentar la producción de hidrocarburos del país”, sostiene la CBHE.
El nuevo directorio, cuya gestión se extenderá hasta 2024, está integrado por Ribeiro; Mariano Ferrari (Repsol E&P Bolivia S.A.), vicepresidente; Diego Merchan (Confipetrol), tesorero; y David Caballero (SLB), como secretario general, los que representan a los diferentes grupos que conforman la CBHE, que aglutina a más de 50 empresas.
Los nuevos ejecutivos ratificaron su compromiso de continuar trabajando en los proyectos que ya están en ejecución y en la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio en el país, en conjunto con las diferentes instancias de Gobierno. Consideran que esto es necesario para garantizar la producción de hidrocarburos y el cumplimiento de los compromisos que Bolivia ha asumido, pero también para aumentar la oferta y proyectar al sector en el largo plazo.
Desde el año 2006, el sector privado ha invertido más de $us 15.000 millones en Bolivia, lo que contribuyó a generar una renta petrolera de aproximadamente $us 40.000 millones.