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2022 fue un año clave y prometedor para la energía limpia

Ahora es el mejor momento de hacer negocios para las empresas de energía limpia en India.

Una de las empresas de energía renovable más grandes del país, Renew Power, estará entre las corporaciones grandes y pequeñas que esperan recibir una parte de un presupuesto gubernamental equivalente a 2.600 millones de dólares que fomenta la fabricación nacional de los componentes necesarios para producir electricidad de la luz solar. Es el mayor incentivo de este tipo en la historia de India.

El director ejecutivo de Renew Power, Sumant Sinha, cree que los fondos del gobierno para energía limpia envían “una fuerte señal” de que el país quiere “convertirse en un sitio de fabricación de equipos de energía renovable y, al final, una alternativa global frente a China”.

“Estamos emocionados de ser parte de este viaje”, agrega.

La compañía tiene más de 100 proyectos de energía limpia en India y en poco más de una década se ha convertido en la décima compañía de energía solar y eólica más grande del mundo.

Durante el año que está por terminar, otros gobiernos importantes en todo el mundo también han impulsado políticas ambiciosas en materia de energías eólica y solar, junto con el desarrollo de tecnologías como la captura del dióxido de carbono —una causa central del cambio climático— para guardarlo en el suelo. Algunas de las políticas gubernamentales también incluyen créditos fiscales para la compra de vehículos eléctricos, bombas de calor o materiales energéticamente eficientes para la construcción.

En 2022, Estados Unidos promulgó la legislación climática más ambiciosa en la historia del país, la Ley de reducción de la inflación; el Parlamento Europeo pasó el plan REPower EU para reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos y acelerar la transición hacia la energía limpia; y China anunció ambiciosos planes para permitir que el país alcance sus objetivos de energía limpia para 2030, cinco años antes de lo previsto.

Los expertos dicen que ahora la tarea consiste en aprovechar este ímpetu de cara a 2023, reforzar la infraestructura energética y resolver los problemas que frenan la distribución y transmisión de energía limpia.

“Desde una perspectiva energética, 2022 será un año clave. Por primera vez, tenemos pruebas perceptibles de que la demanda de combustibles fósiles después de 200 años de crecimiento alcanzado un pico en 2019 y ahora nos encontramos en una meseta antes de una baja inevitable”, asegura Kingsmill Bond, estratega de energía del Rocky Mountain Institute (RMI), un grupo sin multas de lucro que promueve la energía limpia.

Las investigaciones de RMI encontraron que la demanda mundial de energía creció alrededor de seis exajulios adicionales en 2022, energía suficiente para alrededor de 6 millones de vuelos transatlánticos. Este es un crecimiento interanual inferior al habitual, a medida que el uso de la energía se está volviendo más eficiente, según el informe. El crecimiento de la oferta de energías solar y eólica este año también se calculó en unos seis exajulios.

Bond recalca que el precio de la energía limpia se ha estado acercando al de los combustibles fósiles y que, en algunos casos, resulta más barato.

Un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) mostró que los precios del petróleo subieron muy por encima de los 100 dólares por barril a mediados de 2022 y que los mayores precios del gas y el carbón explicaron los aumentos en los costos de electricidad todo el mundo. Sin embargo, el mayor uso de energía limpia ahorró a los países asiáticos —incluidos China e India— un total de 34.000 millones de dólares en el último año, según un informe separado.

Los analistas de energía dicen que la crisis energética global provocada por la rusa invasión a Ucrania y las crecientes amenazas climáticas, como las desastrosas inundaciones en Pakistán, han acelerado las políticas a favor de la energía limpia y las grandes inversiones que se necesitan en todo el mundo para la transición a la energía renovable, especialmente la eólica y solar.

La repentina falta de acceso a los combustibles fósiles y las crisis en la cadena de suministro también fueron otras razones clave de la decisiva inclinación hacia energías más limpias. Por ejemplo, la venta de gas ruso a Europa se redujo radicalmente.

La invasión rusa “tuvo el efecto de hacer evidente que la energía limpia es la solución”, afirma Lauri Myllyvirta, analista principal del Center for Research on Energy and Clean Air (Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, un centro de investigación sin fines de lucro que estudia la energía y la contaminación atmosférica).

A pesar del ímpetu positivo hacia la energía limpia, también hubo algunas dificultades en 2022.

“Las reacciones instintivas hicieron que algunos lugares regresaran a los combustibles fósiles, incluso a un precio más alto para los contribuyentes”, subraya Vibhuti Garg, economista de energía en el Institute for Energy Economics and Financial Analysis (Instituto para la Economía Energética y el Análisis Financiero, con sede en Nueva Delhi).

La producción de carbón de India aumentó alrededor de un 17% de abril a noviembre de 2022. Bangladesh aumentó sus importaciones de gas natural y siguió adelante con la apertura de centrales termoeléctricas en el país. Alemania, un firme defensor de la energía limpia, recurrió al carbón y al petróleo para resolver sus necesidades de energía a corto plazo.

“Fue un buen año para las energías renovables, pero lamentablemente tampoco fue un mal año para los combustibles fósiles”, agrega Garg.

Sin embargo, el sector de la energía limpia en todo el mundo despegó en 2022, impulsado por el impulso de años anteriores.

“Hace 20 años, las energías renovables se aprovecharon en las formas de energía más limpias y luego, en los últimos años, las energías renovables se volvieron la forma más barata de energía”, subraya Dave Jones, analista de energía en el centro de investigación ambiental Ember, con sede en Londres. “Sólo este año, se han vuelto la forma de energía más segura”.

Otro informe de la AIE dijo que los eventos en 2022 generaron un impulso sin precedentes por las energías renovables, y que el mundo parece listo para agregar tanta energía renovable en los próximos cinco años como lo hizo en los últimos 20.

“Todavía queda mucho por hacer, pero creo que 2022 será registrado como el año en el que, por primera vez, las energías renovables cumplieron todos los requisitos”, expresa Jones.

Hay un reconocimiento por parte del sector de que se necesita hacer más para superar la escala de la transición.

Sinha, de Renew Power, espera que las políticas gubernamentales en 2023 se centren en abordar los cuellos de botella que han impedido el crecimiento de la energía limpia.

“En la actualidad, el sector eléctrico está diseñado en torno a los combustibles fósiles y, de repente, toda esta energía limpia ingresa a la red”, señala Sinha.

“Necesitamos políticas más proactivas que encuentren formas de hacer espacio para las energías renovables”, añade.

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