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S&P: La salida no registrada de dólares acelera deterioro de las reservas del país

Los montos que registra la cuenta Errores y Omisiones de la Balanza de Pagos de Bolivia han estado por encima de los niveles históricos en los últimos dos años, lo que ha llevado a un deterioro más rápido de las Reservas Internacionales Netas (RIN), sostiene el informe sobre el país de la calificadora internacional de riesgo Standard & Poor’s (S&P).

“Los datos oficiales de la balanza de pagos muestran que los errores y omisiones han estado por encima de niveles históricos en los últimos dos años, lo que indicaría salidas externas no declaradas (de divisas)”, sostiene el informe, cuyo resultado es la rebaja de la nota crediticia de Bolivia de “B+” con perspectiva negativa a “B” con perspectiva estable.

Los reportes del Banco Central de Bolivia (BCB) indican que la cuenta Errores y Omisiones de la Balanza de Pagos del país registró un saldo negativo de $us 713 millones en 2020 y de $us 1.127 millones el año pasado. Al primer semestre de esta gestión, el monto es negativo en $us 788 millones, y lo registrado en similar periodo de 2021 fueron $us 646 millones (salida de dólares del país).

“Esto ha llevado a un deterioro más rápido de lo esperado de los activos externos, con reservas del Banco Central cayendo a $us 3.900 millones en noviembre de 2022 desde $us 4.700 millones a principios de año, a pesar de otros datos que muestran una cuenta corriente equilibrada y un endeudamiento externo neto positivo”, agrega el documento de S&P.

El Banco Central no desmintió la información, pero explicó que “en la región, todos los países registran errores y omisiones en su Balanza de Pagos que en porcentaje del PIB son muy similares a los observados por nuestra economía”.

“Empero, algunos bancos centrales e institutos nacionales de estadística, como en Uruguay, Ecuador, Perú y Paraguay, incorporan a sus estadísticas de Balanza de Pagos estimaciones de los subregistros o transacciones no registradas para reflejar de mejor manera las operaciones de sus economías con el resto del mundo y disminuir la magnitud de los errores y omisiones. Por otro lado, naciones como Chile, Argentina, Colombia, Brasil y Bolivia no lo hacen”. “Estos subregistros o transacciones no registradas en la cobertura oficial de datos pueden originarse en cualquier partida de la Balanza Pagos, dada la dificultad de calcular con total precisión los flujos de un país con el exterior, tal como lo señalan las metodologías internacionales adoptadas a nivel mundial”, finaliza.

De acuerdo con una explicación anterior del BCB, la Balanza de Pagos es el registro estadístico de las transacciones internacionales que realiza Bolivia con el resto del mundo y la cuenta Errores y Omisiones es una partida equilibradora o de discrepancia estadística que permite compensar la sub o sobreestimación y la omisión de algunas transacciones. Errores y Omisiones es el “resultado neto de flujos de entrada y salida (de divisas)”, precisó.

Esta cuenta “refleja los dólares netos no explicados por la cuenta corriente ni por la cuenta de capitales”, afirmó Róger Banegas, exdirectivo del Banco Central.

“Usualmente, cuando es positiva puede ser por dólares que ingresan al país y no son declarados, vía turismo o narcotráfico. Cuando es negativa, puede reflejar divisas que han salido del país de manera no registrada”, afirmó.

El también ex directivo del ente emisor, José Gabriel Espinoza, consideró que “el problema de tener una cifra tan alta de errores y omisiones básicamente significa que hay mucho de la economía que no se está controlando”.

Un saldo positivo en esta cuenta puede tener relación con el lavado de dinero, así como con transferencias financieras no registradas; en tanto que un resultado negativo puede estar vinculado con la salida ilegal de productos subvencionados, como los hidrocarburos, dijo.

“Tenemos una importación muy alta de hidrocarburos, poco coherente con el ritmo de crecimiento de la economía boliviana”, apuntó.

Al 9 de diciembre de este año, las RIN se situaron en $us 3.800 millones. De ese total, 2.478 millones (65,2%) están en oro, 758 millones (19,9%) en divisas, 530 millones (13,9%) en derechos especiales de giro y 35 millones (0,9%) en posiciones con el Fondo Monetario Internacional. Solo las divisas se redujeron en 54%, de $us 1.648 millones a fines de diciembre de 2021 a 758 millones al 9 de diciembre.

Según Fundación Milenio, entre 2015 y 2021 en la cuenta mencionada se registró una salida de divisas por $us 6.320 millones, una salida que significa el 65% de la pérdida de divisas del BCB durante el mismo periodo ($us 9.709 millones) y que podría explicarse por la salida de dólares no registrada a raíz de la informalidad y el contrabando.

“En una economía donde el 80% de la actividad económica se desenvuelve en la informalidad (legal o ilegal) es muy probable que haya un drenaje de divisas vía el subregistro de importaciones y/o tenencia no declarada de divisas”, explica.

“La salida de dólares ha cambiado la composición de las reservas oficiales. Esperamos que el Gobierno reciba financiamiento externo, lo que ayudará a estabilizar las reservas en los próximos meses”, sostiene el informe de S&P.

SourceEl Deber

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