El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) a través de su investigador Alfredo Zaconeta advierte que el sector cooperativista aurífero pretende mantener sus “privilegios tributarios” gracias al proyecto de “Ley de creación del régimen tributario del oro”, que establece el pago de un solo impuesto al Estado.
Al proyecto de “Ley del oro de producción nacional destinado al fortalecimiento de las reservas internacionales”, la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz (Fecoman) hizo su contrapropuesta de “Ley de creación del régimen tributario del oro”, que plantea alícuotas diferenciadas de acuerdo a la fluctuación del metal precioso en el mercado internacional, que van desde el 1,78% y el 3,03%.
“Debe resaltarse que la propuesta nace de un sector que ha sido privilegiado en los últimos 16 años, y que en reiteradas ocasiones cuando se planteaba la posibilidad de que paguen impuestos sobre la explotación del oro, siempre hubo una negativa”, dijo a Brújula Digital.
Sin embargo consideró que la propuesta abre la posibilidad de discutir el tema tributario. “Si bien es una contrapropuesta, no creo que vayan en el mismo sentido de lo que plantea el Estado, el Estado propone centralizar parte de la comercialización y comprar”, señaló.
Observó que la propuesta de Fecoman, estrictamente plantea que el sector aurífero pague un impuesto que los exima a los cooperativistas de otros impuestos, “es la condicionante para pagar este impuesto, el régimen tributario del oro, y estar exentos de otros impuestos como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el impuesto a transacciones financieras (ITF) o el impuesto a las utilidades (IU)”.
“Sin embargo, hay muchas afirmaciones que realizan dentro de esta evaluación y ellos (cooperativistas) tácitamente hacen un reconocimiento de varios ilícitos, reconocen que no todas las cooperativas están formalizadas, reconocen una evasión impositiva de regalías, reconocen que hay contrabando de oro interno, y también el mercado ilícito que se va dando en el país”, mencionó.
El investigador hizo notar que la explotación del oro ha superado todos los récords registrados, pues “hemos pasado den explotar, lo máximo que se tuvo el 2018 de 31 toneladas, el 2021 hemos logrado producir 42,8 toneladas”.
En ese marco destacó que al menos, ahora se abren a la posibilidad de pagar más en función de la capacidad económica que tengan en función de los volúmenes de producción, lo cual “hace viable (el impuesto) si se basa en los niveles de producción”.
“El año pasado por ejemplo, se tuvo un volumen de producción de 45,6 toneladas por un valor de 2.626 millones de dólares y apenas las regalías fueron $us 59 millones, y no se pagaba ningún tipo de impuesto, ahora, ellos estiman que con el promedio de exportación que hay de un 2,35% por lo menos habría una recaudación 222 millones de dólares, eso ya es un aliciente”, sostuvo
Sin embargo, dijo que en su propuesta de ley, las cooperativas auríferas siguen buscando un trato preferencial, y de lograrlo se estarían consolidando las asimetrías que actualmente ya se tienen en el sistema normativo minero, pero particularmente en la parte tributaria, porque estarían exentos del pago del IUE, IVA o el IT, en contrasentido de lo que pagan las mineras privadas y estatales.
Dicho proyecto al que accedió Brújula Digital, consta de un solo artículo que planeta: “Crearse Régimen Tributario del Oro que tiene por objeto de gravar las operaciones de venta de oro en mercado interno, realizada por cooperativas mineras auríferas y personas naturales”.
Este régimen exime del alcance, presentación y pago del Impuesto al Valor Agregado IVA, Impuesto a las Transacciones (IT) e Impuesto sobre las Utilidades de las Empresas (IUE).
El parágrafo II señala que serán sujetos pasivos del Régimen Tributario del Oro, las cooperativas mineras auríferas y personas naturales que realicen la venta de oro en mercado interno.
“Muestran su predisposición, pero siguen buscando un trato preferencial. Ahora, ellos en su desglose señalan que carecen de capitales y hablan de que están muy reducidos en sus capacidades técnicas y niveles de inversiones, pero son reiteradas las denuncias de las asociaciones ilegales de cooperativas auríferas con capitales extranjeros chinos, colombianos, brasileros o capitales de dudosa procedencia”, mencionó.
El año 2018, ANF publicó el reportaje: “chinas y colombianas explotan ilegalmente oro en la Amazonía, con la fachada de cooperativas” de Jimena Mercado, por el cual se denunció la sociedades ilegales de las cooperativas auríferas con capitales extranjeros al margen de la Ley 535.
“Muchas veces en debate fueron negando recurrentemente, sin embargo en la descripción de su propuesta claramente lo señalan (…). Reconocemos que tienen las cooperativas limitaciones de capacidad técnica que sea amigable con el medioambiente y sabemos que no disponen de tecnología que no implique el uso del mercurio, pero la propuesta no habla nada de mejorar estas condiciones”, mencionó.
En ese contexto dijo que varias de las afirmaciones corroboran el estado lamentable de las cooperativas, y aunque se digan así mismas que se constituyen en figuras que influyen positivamente en las comunidades, en la práctica no sucede esto porque en varios lugares han sido sujeto de disociación de comunarios y sus operadores han afectado al tejido social de las comunidades.
“Además, cualquier emprendimiento minero aurífero está orillado a que sea bajo una cooperativa y no así una empresa comunitaria. Y dentro de esa lógica el cooperativismo replica su hegemonía cultural como lo ha venido haciendo estos años”, subrayó.
También señaló que es evidente que las cooperativas, diferenciando lo que algunas cooperativas del sector tradicional conservan el espíritu cooperativista, no sucede con la mayoría del sector aurífero.
“A pesar que señalan que las cooperativas están destinadas a un bien común y la solidaridad es un contrapeso a la acumulación del capital privado destinado a la generación de una plusvalía, resulta irónico cuando es bien conocido que las cooperativas mineras, particularmente las auríferas, ya no responden a la cooperativa minera en su esencia”, sostuvo.
Hoy en día dijo que las cooperativas funcionan bajo la lógica de acumulación de capital, gracias a los capitales privados chinos, colombianos e incluso vinculados a las comercializadoras por ventas anticipadas, o que la obtención de la plusvalía se logra bajo la explotación a sus empleados, quienes no llegan a la categoría de socios.
“Incluso, el debate va más allá porque a las cooperativas no les interesa ver cuál es el destino del mercado mundial del oro, dónde va a parar y por qué no resulta ser un verdadero beneficio para el país, deberían debatir qué están haciendo y hacia dónde va el oro y a quiénes están beneficiando”, cuestionó.