Un nuevo paro, esta vez de 72 horas, ha sido acatado desde este martes por los trabajadores de salud del hospital de niños Mario Ortiz que exigen la dotación de ítems y la apertura de la sala pediátrica Covid-19. Claribel Claros, secretaria de conflicto del Sindicato de Trabajadores, justificó la medida -que sería la tercera en menos de quince días- por la falta de atención de las autoridades locales a sus demandas.
“Necesitamos nuevos contratos para que puedan paliar las bajas médicas que hay en diferentes sectores. Hemos improvisado (un espacio) para atender a los pacientes que están con covid-19. Tenemos 5 menores intubados en la sala UTI y en caso de que nos llegue un caso crítico no podemos recibirlo porque estamos saturados”, manifestó Claros desde el ingreso principal del establecimiento en un breve contacto con EL DEBER.
Pero la medida no ha sido bien recibida por los padres de familia que llegaron esta mañana al hospital y encontraron los carteles de cartulina que anunciaban el inicio del paro.
Tal es el caso de un ciudadano afligido que llegó desde la Villa Primero de Mayo con su pequeño hijo delicado de salud, el cual cargaba en brazos desde que llegó a las 6 de mañana, para que sea atendido por un especialista en urología. La única respuesta que recibió es que debe volver el viernes para que la consulta sea reprogramada.