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Renovables: La guerra y los desafíos de la región

La guerra tiene un efecto dominó en todo el mundo, lo que refleja la necesidad de reducir la dependencia de combustibles importados.

El conflicto en Ucrania ha puesto de relieve el vínculo entre el cambio climático, la seguridad nacional y la dependencia energética. Invertir en transición energética se torna clave. Europa recibe de Rusia en torno a un 40% de su gas (a través de gasoductos que en ciertos casos atraviesan Ucrania) y cerca de un 25% de su suministro de petróleo crudo. El riesgo de disrupciones serias del abastecimiento de gas y petróleo han hecho que sus precios se disparen.

Muchos países han anunciado planes de acelerar sus transiciones hacia la energía verde. Además, el nuevo plan de energía de la UE también se propone impulsar la generación de energía renovable y recortar la demanda a través de medidas de eficiencia. Si bien reconoce que el bloque también tratará de importar más gas natural licuado (GNL) y que podría verse obligado a quemar carbón durante más tiempo de lo previsto.

Otro factor determinante ante el uso de las renovables es su impacto deflacionario. Y este hecho ante la subida de la inflación a nivel mundial, no puede ignorarse. Los precios del gas y del petróleo no dejan de acercarse o incluso superar máximos históricos, mientras que las renovables (sobre todo la eólica y la solar) son fuentes baratas.

El viento y el sol no cobran por unidades adicionales de energía, el costo de producir electricidad de estas fuentes ha disminuido considerablemente, y su eficiencia ha aumentado de forma significativa, señala el portal Fundspeople.

Este aspecto deflacionario de las renovables contrasta marcadamente con los combustibles fósiles; el precio del petróleo, por ejemplo, ha subido aproximadamente treinta veces desde 1970.

En definitiva, la situación de la transición energética nunca ha sido tan favorable. Sin duda, la guerra tiene un efecto dominó en todo el mundo, lo que refleja la necesidad de reducir la dependencia de combustibles extranjeros. “Depender de un combustible externo genera un impacto considerable en la seguridad energética, lo que también afecta de manera directa a la economía”, dijo a Energy Press, Brendan Oviedo, presidente de la Asociación Peruana de Energías Renovables.

Entonces, si el principio básico es la seguridad energética, existe la necesidad de diversificar al máximo las fuentes de suministro de energía, y concentrarse en las fuentes de energía locales y nacionales, dijo Oviedo.

Explicó que, si Bolivia tiene mucha radiación solar, o fuertes vientos, a parte de los hidrocarburos, hay que repensar y eventualmente explotar los recursos locales para reducir cualquier tipo de dependencia externa, especialmente si los recursos fueran renovables, añadió.

“En Perú somos netos importadores de petróleo, nuestro gas y centrales térmicas consumen gas propio pero tenemos un potencial de generanción enorme”, sostuvo a tiempo de indicar que Chile no tiene suministro de hidrocarburos, por eso se vio la necesidad de potenciar la generación con otros recursos energéticos y explotarlos al máximo.

Reducción de emisiones

Sumada a la necesidad de generación de energía a partir de las renovables, todos los países que firmaron el Acuerdo de Paris, tienen un compromiso de límites de emisión y hay que cumplirlo.

Uno de los sectores que más contribuye a las emisiones de gas de efecto invernadero es el energético. Y existe un gran movimiento para introducir principios y conceptos de sostenibilidad en los financiamientos.

“Creo que hay mucha liquidez en el mercado financiero, y si hay un cambio, será en los requisitos, que de seguro serán más estrictos con respecto a qué proyecto será factible financiar”, apuntó Oviedo.

Por su parte, Ana Lía Rojas, directora Ejecutiva de la Asociación Chilena de Energías Renovables, durante la Sesión de la Comisión de Energía y Medioambiente “Desafíos de las Energías Renovables en la Región”, organizado por la International Chamber of Commerce – ICC Bolivia, dijo que, “como región tenemos que enfocarnos en políticas que sean efectivas y que no nos hagan perder tiempo en cuanto a la reducción de emisiones a partir de la generación de energía”.

El primer punto es que, tenemos que dotar a las matrices eléctricas de más energías renovables, esto reducirá un 25% las emisiones. El segundo punto es tener más eficiencia energética,que reducirá otro 25%, lo que no significa dejar de consumir energía, sino consumir la energía de forma inteligente, eficiente y a mínimo costo y, debe usarse en los procesos o utilidades.

El tercer punto es la electrificación de los consumos, que significa un 20% en la reducción de emisiones, y se basa en consumir electricidad renovable. “Con esa combinación estamos apuntando a un 70% de la reducción de emisiones que requerimos recortar”, dijo Rojas.
En resumen, las medidas que se necesitan de forma inmediata es que sean sostenibles e inmediatas.

Un mismo ritmo

De acuerdo con las declaraciones de Rojas, Brasil, México y Chile han invertido importantes recursos en el desarrollo de la generación de energías renovables. Sin embargo, pese a que los recursos han sido privados, se requiere de forma imperante la sinergia entre los privados y el sector público.

“No hay ningún país en la región que sea profesor de otro en materia de transición energética, todos lo estamos haciendo por primera vez y al mismo tiempo”, insistió la experta en energías renovables a tiempo de indicar que la inversión requerida en Chile, por ejemplo, para eliminar el uso del carbón al año 2030, es de $us 29 mil millones, cifra equivalente a 11 puntos del PIB de Chile.

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