La delegación de la Unión Europea (UE) en El Salvador anunció recientemente las tres áreas en las que centrará su trabajo en el país en los próximos años: digitalización, transporte urbano sostenible y energías renovables.
Como parte de este último eje, la delegación de la UE explora apoyar al país en el impulso de varios proyectos de energías renovables, entre los que se incluyen la planta de generación eléctrica con biogás en el río Acelhuate; los estudios para generar energía con el agua del mar, ampliar la oferta de energía eólica e incluso, a futuro, la generación de hidrógeno verde.
«Precisamente por el potencial que vemos en el país es por lo que hemos elegido el sector de los renovables como uno de nuestros tres sectores prioritarios para los próximos siete años en nuestro trabajo de cooperación con el país», dijo el jefe de Cooperación de la delegación de la UE, Miguel Ángel Varela.
«A pesar de que El Salvador ha dado pasos muy importantes, a pesar de que cuenta con recursos renovables muy rentables y abundantes, todavía hay muchas cosas que se pueden hacer, y creemos que la Unión Europea puede apoyar con recursos financieros, y con conocimiento y con experiencia», agregó el funcionario de la UE.
En el caso de El Salvador, alrededor de un 70 % de su capacidad instalada en el sector eléctrico procede de fuentes renovables; sin embargo, señaló Varela, cuando se observan las cifras de consumo de energía eléctrica hay que incorporar la importación de energía, que es de alrededor de un 20 % de lo que se consume, por lo que, finalmente, entre un 40 % a 50 % de la energía utilizada no es renovable, «o no tenemos la garantía de que lo sea, si tenemos en cuenta las importaciones», indicó. «La energía geotérmica de la que dispone el país, pues es una fuente energía maravillosa, es absolutamente perfecta (…) El Salvador lo hace muy bien, lo ha hecho bien, pero puede hacer más, tiene potencial», subrayó Varela.
Varios potenciales proyectos fueron expuestos por representantes de instituciones como la CEL en el foro de inversiones que organizó la delegación de la UE este mes para promover la inversión, un evento en el que participaron empresas europeas, salvadoreñas, así como instituciones públicas y privadas.
Durante estas jornadas, funcionarios de la UE y representantes del Banco Europeo de Inversiones (BEI) se reunieron con los ministros como los de Obras Públicas y de Hacienda, entre otros, para evaluar posibles apoyos.
En 2021, el BEI comenzó a ejecutar su primera iniciativa en el país junto a BANDESAL (Banco de Desarrollo de El Salvador). Este financiamiento está dirigido proyectos de eficiencia energética, energías renovables, y un componente de apoyo a mipymes afectadas por la pandemia de covid-19.
José Manuel Otero, responsable de operaciones para Centroamérica del BEI, dijo que el objetivo de esta visita era «entender a dónde están las oportunidades, las necesidades, las problemáticas; dónde la intervención del banco puede añadir valor a proyectos que tengan ese impacto social, ambiental y económico».
Varela, por su parte, explicó que la UE cuenta con fondos no reembolsables que podrían complementar préstamos de multilaterales como el BEI, el Banco Mundial o el BID.
Los fondos no reembolsables de la UE podrían incorporarse para hacer que proyectos que tienen «un riesgo excesivo como puede ser pilotos en la energía del mar o exploraciones costosas del potencial geotérmico de determinadas zonas o plantas piloto que combinen determinadas tecnologías innovadoras», explicó Varela.
La UE también puede apoyar financiando estudios para que los proyectos pasen a una etapa «más madura»: de prefactibilidad, factibilidad, medioambientales, de sostenilibilidad social, entre otros.
En países como El Salvador, con un alto perfil de riesgo, la Unión Europea puede, incluso, aportar garantías financieras para que el BEI pueda venir y financiar operaciones en el país. Según el EMBI, indicador que elabora el banco JPMorgan Chase, el país es el segundo con más riesgo en Latinoamérica.
Estas garantías finanacieras salen del prespuesto de la UE, que se reparten entre todas las delegaciones del bloque europeo en el mundo, por lo que Centroamérica puede acceder a cierta cantidad, y El Salvador también. «Hay una competencia por los recursos. Entonces, por eso es importante trabajar rápido y hacer propuestas buenas rápido para que los fondos que hay, que son finitos, vayan donde queremos que es a El Salvador», indicó el jefe de la cooperación de la UE en el país.
«Ahora estamos discutiendo qué es lo que interesa al gobierno, a las partes para hacer nuestra propuesta», añadió.