En 11 meses, el promedio de la rentabilidad de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) cayó de 5,05%, registrado en abril del año pasado, a 3,60% en marzo de la presente gestión, según los datos publicados en la página electrónica de la APS.
De acuerdo con la información de la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS), en enero de 2019 se registró el porcentaje más bajo de la rentabilidad: la AFP Futuro de Bolivia SA reportó un rendimiento del 1,34%, mientras que BBVA Previsión SA llegó a 1,62%. Las tasas más bajas desde la administración de las AFP, en junio de 1997, que fueron constituidas a través de la antigua Ley de Pensiones de 1996.
No obstante, a partir de febrero de 2019, antes de la crisis político que se activó en octubre de ese año y a la crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19, desde marzo de 2020, la rentabilidad de los aportes de los trabajadores empezó a subir hasta llegar a su pico más alto, que se registró en abril del año pasado, alcanzando 5,05% (ver el cuadro de arriba).
Inversión. En criterio del analista en pensiones Alberto Bonadona, la baja en el rendimiento de las Administradoras de Fondos de Pensiones en los últimos meses se debe a que la actividad económica del país “no es lo suficientemente dinámica para poder lograr un mayor rendimiento”.
“Por otra parte, tampoco existen grandes posibilidades de inversión en un mercado tan reducido como el boliviano y esto hace que la rentabilidad sea baja y que siga bajando todavía más. Ahora, lo único que está mostrando es que no hay la demanda suficiente de recursos económicos de la banca, que podrían haber hecho que esa tasa de interés, o sea el rendimiento que reciben las AFP por las inversiones en favor de los afiliados, haya disminuido”, indicó el experto a La Razón.
También atribuyó esta situación a la poca inversión que se realiza en el exterior por parte de las AFP y a que no se aprovecha el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, iniciado el 24 de febrero.
En este momento la guerra se ha convertido en una oportunidad interesante para Bolivia porque, en general, los precios de los minerales han subido, el precio del petróleo ha subido y en general los contratos (de gas) con Argentina y el Brasil están atados a precios del dólar, entonces eso más bien estaría favoreciendo a la economía boliviana”, remarcó.
Los aportes que son administrados por ambas AFP son invertidos en bonos del Tesoro General de la Nación (TGN), Depósitos a Plazo Fijo (DPF) y bonos de empresas que son colocados en la Bolsa de Valores. La rentabilidad obtenida por estas inversiones determina la pensión de los trabajadores que realizan sus aportes.
De acuerdo con la opinión de Bonadona, cuando se inició el sistema de las AFP, en 1996, el 75% de todas las inversiones que hacía iban a manos del Estado, “el que más se prestaba era el Estado”. Ahora, el Estado invierte solamente el 28% y un mayor porcentaje lo hace el sector financiero con las inversiones que las AFP realizan con los bonos que emite.