Los ministros europeos de Energía celebraron ayer una reunión de emergencia para intercambiar puntos de vista sobre la situación en la UE en relación con la guerra de Ucrania y los planes de prescindir de los hidrocarburos rusos. Y a pesar de que Alemania se había abierto a la posibilidad de suprimir sus compras de petróleo ruso, algunos países, concretamente Hungría y Eslovaquia, siguen siendo reticentes a ampliar las sanciones contra el Kremlin. Por ello, los ministros han preferido mantener la pose de unidad mientras la Comisión Europea sigue trabajando en el nuevo e inevitable paquete de sanciones para intentar seguir debilitando a Putin y obligarle a que detenga la guerra. En la opinión pública europea pesa cada vez más la idea de que las compras de gas y petróleo rusos sirven para financiar la guerra de Putin.
Así las cosas, el Consejo fue una oportunidad para que los ministros reafirmaran su solidaridad con Ucrania y con los estados miembros afectados por la suspensión de las entregas de gas por parte de Gazprom, Bulgaria y Polonia, por negarse a cumplir la exigencia de pagarlas en rublos. La ministra francesa para la Transición Ecológica, Barbara Pompili, que ejercía la presidencia semestral de turno, dijo que todos los países habían insistido en que no aceptarán la exigencia rusa de pagar el gas en rublos. «No podemos aceptar este tipo de maniobras que rompen de forma unilateral los contratos firmados». dijo la ministra que sostuvo que todos los pagos a Rusia se harán en euros o dólares.
Los ministros también han analizado el nivel de preparación de la UE en caso de una crisis de suministro y las medidas e instrumentos que podrían usar para tratar de paliar sus efectos. Según Pompili se trataba de «definir juntos nuestra política de reducción de nuestra dependencia del gas, de Rusia, con medidas que ya se han anunciado». Entre otras cosas se felicitaron por la rapidez con la que se está tramitando la nueva reglamentación propuesta por la Comisión y que prevé que todos los países estarán obligados a tener un nivel mínimo de reservas de gas antes del inicio de la temporada de invierno. También se ha sugerido la necesidad de establecer rápidamente la Plataforma de Compra de Gas, para garantizar el suministro de energía de la UE a precios ventajosos, pero también «cualquier otra medida que pudiéramos tomar para mostrarnos solidarios ante nuestra necesidad de suministro de gas en territorio europeo».
Desconexión total
Por lo que se refiere a la desconexión total de Rusia, después de haber prohibido las importaciones de carbón, las de petróleo podrían ser las siguientes y las de gas no deberían continuar después de finales de este año. En este contexto, los ministros dijeron que esperan con gran interés el plan «REPowerEU» para orientar y encajar la transición energética hacia las renovables dentro de la actual situación y que será presentado por la Comisión este mes de mayo.
La supresión de las importaciones de uranio por parte de Rusia se ha puesto también sobre la mesa, teniendo en cuenta que en la UE hay varias centrales de tecnología rusa y aunque es posible que otros productores occidentales puedan adaptar sus combustibles a las especificaciones de estas instalaciones, esto tendrá un coste significativo. La prohibición de importar uranio ruso no le causaría gran daño a su economía, pero sí podría servir de elemento para ayudar a establecer un acuerdo sobre el conjunto de las sanciones sobre la importación de otras fuentes de energía.