La nacionalización de los hidrocarburos que impulsó el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) hace 16 años ha fracasado en el mediano y largo plazo, de acuerdo con dos analistas. Tuvo éxito en un principio para llenar las arcas del Estado, pero hoy en día se evidencia un declive en la producción y una falta de inversión en la exploración que fuerzan al gobierno de Luis Arce a reformular algunas políticas.
Entre 2014 y 2015, Bolivia alcanzó su pico en la producción de gas natural con algo más de 60 millones de metros cúbicos por día (MMm3d), pero desde entonces se presentó un declive continuo.
De acuerdo con datos del Ministerio de Hidrocarburos, para este año se calcula una producción de 42,5 MMm3d, al próximo año bajaría a 38,7 millones y en 2026 llegaría a 28,3 MMm3d. En un escenario optimista, en 2026 Bolivia produciría sólo 34,7 MMm3d.
Asimismo, la renta petrolera llegó en 2014 a 5.700 millones de dólares. Para este año se prevé una renta petrolera de 2.100 millones, pero para 2025 esta llegaría a 1.729 millones, según las proyecciones oficiales.
Al respecto, el analista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, dijo que la política nacionalista aplicada al sector hidrocarburífero se orientó en la captura de la renta petrolera y no así en una “rentabilidad a largo plazo. El Estado quiso una mayor porción de la torta, pero no pensó que en el futuro siga habiendo torta”.
En la misma línea, el analista y exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, afirmó que el modelo se orientó en “ordeñar a la vaca lo más posible y exprimir las reservas”, pues así el país recibió una renta gasífera alta pero no repuso las reservas.
“Por eso, tenemos un modelo que no es sostenible en el tiempo”, observó Ríos.
Pese a las advertencias que se hicieron por años, el Gobierno de Evo Morales continuó con el mismo modelo. Sin embargo, la administración de Luis Arce muestra señales de girar el timón y aplicar reformas normativas para atraer inversión para exploración de nuevas reservas gasíferas.
Para Velásquez, las señales del fracaso del modelo nacionalista, cuyo “éxito fue efímero y corto”, no sólo están en la caída de la producción y de la renta petrolera, sino también en las renegociaciones que se debe hacer con Brasil y Argentina, pero, sobre todo, en el hecho de que YPFB se haya convertido en una empresa politizada y burocrática, antes que operativa.
La estatal petrolera adquirió un rol protagónico con la Ley 3058 (2005), el Decreto de Nacionalización 28701 (2006) y la Constitución Política del Estado (2009), pero, a decir de Velásquez, “no opera los principales campos ni descubrió reservas importantes desde entonces”.
Las normas mencionadas “endurecieron” la posibilidad de atraer inversiones y YPFB comenzó a generar más empleos que hidrocarburos, dijo el investigador.
Hasta 2020 se sabía que 2.610 personas trabajaban en la empresa estatal, que destinaba 33,2 millones de bolivianos al pago de salarios. Pero no tuvo ninguna estabilidad en la presidencia, puesto que por este cargo pasaron al menos 15 personas desde el ingreso de Morales al poder.
Para Ríos, aunque ahora el Gobierno apuesta por atraer a nuevos inversionistas, ésta es una tarea “muy difícil”, debido al marco normativo con la Ley 3058 y la CPE. Estas, por ejemplo, no acepta arbitrajes internacionales en caso de cualquier disputa de un inversionista con el Estado.
Por otro lado, está un régimen impositivo “ciego” que, en opinión de Velásquez, deja sólo un 19 por ciento de los ingresos de comercialización para las empresas (incluida YPFB), mientras que el resto va al aparato estatal.
Esto no promueve la inversión e incluso para Yacimientos, “no resulta rentable”, dijo el investigador.
GOBIERNO ADMITE NECESIDAD DE AJUSTES NORMATIVOS PARA ATRAER INVERSIONES
REDACCIÓN CENTRAL
El viceministro de Exploración y Explotación de Hidrocarburos, Raúl Mayta, anunció en días pasa-dos un proyecto normativo para atraer inversiones extranjeras a Bolivia que permitan impulsar la búsqueda de nuevos campos gasíferos.
Los incentivos serían de carácter impositivo, entre otros.
Asimismo, la autoridad reconoció que es necesario modificar la Ley 3058, aunque indicó que esto llevaría tiempo ya que debe haber un proceso de socialización con los sectores involucrados y la población en general.
Al respecto, el investigador Raúl Velásquez dijo que se puede observar que el Gobierno reconoce la necesidad de una nueva política hidrocarburífera, pero alertó que es importante conocer “qué cosas van a cambiar”.
El analista en hidrocarburos Álvaro Ríos señaló que los ajustes debieron hacerse hace varios años, ya que en la coyuntura actual Argentina tiene un alto potencial con sus reservas en Vaca Muerta y aspiraciones de tomar el mercado brasileño, lo cual desplazaría a Bolivia.
Aseguró que si el modelo actual continúa, Bolivia perderá mercados y deberá importar para abastecerse.
Los Tiempos intentó conocer la posición del Ministerio de Hidrocarburos y de YPFB sobre el modelo nacionalista y la crítica expresada por los analistas, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta.