Ante las contradicciones entre los datos difundidos por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) respecto a las exportaciones de urea en el último cuatrimestre de 2021, analistas señalan que estas variaciones evidencian una falla en la recolección de datos y ponen en riesgo la confiabilidad de la información.
Ayer, el gerente de Planificación Corporativa YPFB, Danny Roca, informó que existen diferencias en los conceptos de comercialización de urea en referencia a la polémica desatada días atrás por la variación de los datos estadísticos.
Según el INE, a noviembre de 2021, la exportación de urea alcanzó un valor de 8 millones de dólares, mientras que YPFB aseguró en un comunicado que el monto generado por ventas de urea a diciembre de 2021, al mercado interno como externo, fue de 52,18 millones de dólares. El documento menciona que las exportaciones a diciembre de 2021 llegaron de 37,38 millones de dólares.
El comunicado de YPFB indica que la información publicada por el INE a noviembre de 2021 es “parcial y preliminar”, por lo que contrasta con la información consolidada al mes de diciembre publicada por la estatal petrolera.
Para el presidente del Colegio Nacional de Economistas de Bolivia (Coneb), Jorge Akamine, existe una responsabilidad y “falla” del INE al no procesar la información adecuadamente.
“No es consistente el dato que lanza el INE (…), está poniendo en duda la confiabilidad de la información”, precisó Akamine.
En tanto, para el analista y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos, existe una problemática de transferencia de datos entre YPFB y el INE que se debe corregir. Proyectó que las exportaciones de urea en el periodo cuestionado deberían rondar los 65 millones de dólares, puesto que, entre otros aspectos, el precio internacional del fertilizante está elevado.
“El INE es la institución principal sobre la que se hace cualquier análisis futuro del país, histórico y a futuro, creo que el INE tiene que ver y concordar con todas las organizaciones del Estado y los datos tienen que ser fidedignos”, agregó Ríos.
Mientras tanto, el economista Germán Molina explicó que la diferencia de datos en la misma variable se debe a dos razones: una de carácter técnico y otra de procedimiento administrativo.
Molina detalló que en función pública puede provocarse una demora en la carga de información a media que avanza la gestión, debido a la necesidad de respaldar cada ingreso o egreso con documentación correspondiente y, al ingresar a diciembre, se regularizan los meses anteriores.
Dichas contradicciones se dan en medio de una serie de denuncias de paralización de la planta. Sin embargo, el presidente de YPFB, Armin Dorghaten, anunció que la población podrá observar el funcionamiento de la factoría, ya que allí se instalarán cámaras de vigilancia.
Gobierno vuelve a culpar a Áñez
El gerente de Planificación Corporativa de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Danny Roca, volvió a acusar al Gobierno de Jeanine Áñez de haber provocado una paralización de los contratos de venta de la planta de amoníaco y urea.
“Se lograron solucionar todos los problemas técnicos que se suscitaron luego de los malos manejos que se dieron durante el gobierno de facto en 2020, incluyendo los daños en la tecnología de punta por mala manipulación y los despidos”, explicó.
El anuncio fue difundido a los medios de comunicación a través de una nota de prensa, en el marco de la polémica desatada por las cifras de exportación del INE.