Los salarios que perciben en la Planta de Urea y Amoniaco (PAU), dependiente de YPFB, los profesionales de origen indio y venezolano son “desproporcionados para la industria a nivel internacional”, afirmó el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos.
“Creo que son salarios para la industria a nivel internacional, yo estimaría e hice consultas con plantas de urea a nivel internacional que están en Brasil y los Estados Unidos y un salario de alrededor de 12, 13, 14, 15 mil dólares es lo que se practica a nivel de Brasil y los Estados Unidos, eso es lo que he podido averiguar”, señaló la exautoridad a Unitel.
En horas precedentes el ministro de Hidrocarburos y el presidente ejecutivo de YPFB, Franklin Molina y Armin Dorgathen, respectivamente, salieron al paso para justificar la cancelación de haberes mensuales millonarios a ciudadanos extranjeros que operan la planta de urea y amoniaco en el Chapare.
“Son 35 mil dólares (lo que gana) el jefe de la planta y tenemos dos jefes paralelos que ganan a 100 mil bolivianos cada uno”, dijo el CEO de YPFB al canal gubernamental Btv, a tiempo de acotar que si bien son sueldos elevados, se trata del primer polo petroquímico del país.
En Bolivia el salario mínimo nacional es de 2.164 bolivianos, sobre el cual se realizan cálculos para percibir algunos beneficios sociales como finiquito, aguinaldo, vacaciones, entre otros.
La Planta de Urea y Amoniaco (PAU) de Bulo Bulo está bajo responsabilidad de un profesional de nacionalidad hindú que percibe un salario mensual de 250.000 bolivianos (equivalentes a $us35.000), que a criterio del Presidente interino de YPFB está en el rango internacional de remuneración y no es excesiva. Acostó que los costos operativos disminuyeron a casi el 50% desde el 2017.
Molina, quien salió en una conferencia de prensa para justificar sueldos millonarios que eroga la estatal petrolera, reveló además que YPFB Refinación cancela 44.3 millones de dólares anuales para que funcione la planta de urea en el Chapare.
“(Los servicios también) requiere (n) profesionales extranjeros altamente calificados. Una operación petroquímica de la envergadura de la Planta de Amoniaco y Urea precisa un staff capaz de alcanzar los niveles de productividad máximos de la planta y reducir al mínimo los niveles de riesgo, tanto para los trabajadores como para los comunarios que viven en zonas aledañas”, explicó la autoridad.
Licitar los cargos
Ríos no solo puso cifras significativamente inferiores a los que perciben los ciudadanos extranjeros que manejan la PAU, sino que planteó al Gobierno, licitar los cargos a manera de transparentar el uso de recursos públicos.
“¿Por qué no licitamos estos cargos?, ¿por qué no los ponemos en una licitación internacional y convocamos, hacemos una licitación abierta y porque se eligen a dedo”, propuso el exministro del Gobierno de Carlos Mesa.
Carencia de profesionales
La exautoridad energética también reclamó la falta de personal boliviano calificado para manejar la planta de urea. “Ya pasaron cuatro años desde 2016, 2017, cuando la planta fue puesta en marcha, hemos mandado personal a Corea a capacitarse y aparentemente (hasta ahora) no tenemos”, apuntó.
Ríos deslizó también inferencias cuando atribuyó a personal boliviano que, hace cuatro o cinco años, recibió capacitación en Corea para manejar la planta pero que, aparentemente, ahora está alejada de la factoría.
“Campaña de medios”
Armin Dorgathen calificó de “campaña de desprestigio” de parte de ciertos medios y periodistas, la difusión de los elevados sueldos que se cancelan en la Planta de Amoniaco y Urea. Defendió la escala, bajo el argumento de que se trata de personal altamente especializado en petroquímica.
“Se quiere generar una campaña de ciertos medios de comunicación y ciertos periodistas que buscan desprestigiar a la Planta de Urea y Amoniaco”, señaló en entrevista con el canal gubernamental BTV.
Insistió que se necesita personal capacitado, el que en cualquier lugar del mundo percibirá salarios similares, es decir, equivalente a 35 mil dólares. “Si queremos tenerlos tenemos que darles ese salario porque también se trata de transferencia de conocimientos”, dijo.
Según el presidente de YPFB, continuarán «los ataques» en contra de la gestión de la planta de urea y amoniaco, con intenciones políticas y decir que no sirve el modelo económico, ni el primer polo petroquímico del país.