Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) admitió que tras la reanudación de operaciones de la Planta de Amoniaco y Úrea (PAU) pararon algunos equipos de la factoría, pero no el funcionamiento del complejo industrial.
“La PAU estuvo trabajando normalmente con algunos paros de ciertos equipos, que no quiere decir que la planta ha sido paralizada nuevamente. Sólo se hizo el reacondicionamiento de algunos equipos. Porque la planta estuvo parada un año se necesitaron algunos reacondicionamientos”, precisó el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, durante la Rendición Pública de Cuentas-Final 2021 del Ministerio de Hidrocarburos.
El máximo ejecutivo de la estatal petrolera comparó lo ocurrido en la planta con un vehículo abandonado por un año a la intemperie. “Seguramente cuando volvamos a manejar el auto tendremos que cambiar la batería, lavarlo, pintarlo, verificar el aceite, cambiar neumáticos. Es posible que este auto al arrancar no tenga agua, entonces vamos a tener que parar.Ese es el trabajo que se realizó en la PAU”, ejemplificó Dorghaten.
El presidente de YPFB informó que la planta en solo tres meses logró producir 159.163 toneladas métricas de úrea y la comercialización de 136 mil toneladas.
“Es importante ver el excelentre trabajo de comercialización, en tres meses de operación de la planta logramos buenos resultados, casi a nivel de 2018, por 67 millones de dólares”, resaltó el titular de Yacimientos.
Los datos expuestos en la Rendición Pública de Cuentas dan cuenta que en 2018 la producción de úrea alcanzó 279.419 toneladas y en 2019 aumentó a 330.767 toneladas. En 2020 la oferta se redujo a 7.084 toneladas.
Los ingresos en 2018 eran de 76,1 millones de dólares, al año siguiente se elevaron a 88,7 millones de dólares y en 2020 disminuyeron a 10,3 millones de dólares porque sólo se comercializaron los stock disponibles.
Las operaciones de la planta se reiniciaron en septiembre de 2021 luego de la paralización por daño en sus equipos.