“Ellos querían hacer volar las torres”: denuncian que avasalladores tomaron el predio de Radio Panamericana

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Alrededor de 300 personas tomaron ilegalmente la propiedad de la familia Dueri, propietarios de Radio Panamericana, según informó a EL DEBER el abogado Carlos Nemtala, quien lamentó que las autoridades no hayan actuado en defensa de los legítimos propietarios.

“Se quedaron con 18.000 metros, que fue una condición para no atentar contra toda la propiedad de Panamericana. Ellos querían hacer volar las torres. ¿Quién nos iba a ayudar? Eran 20 policías contra 300 personas y en la noche nadie nos garantizaba nada”, lamentó el abogado.

Esta emisora y otros medios de comunicación tienen terrenos en la zona noroeste de la ciudad de La Paz, en el lugar denominado ex fundo Ingenio, que es colindante con la zona de Achachicala. El abogado de la familia Dueri señaló a cuatro supuestos dirigentes campesinos, que se identificaron como representantes de los grupos afines al Gobierno.

“Son simplemente traficantes de tierras. Son la señora María Luz Uraquiri, Freddy Cori Moya, Juana Quispe Aruquipa y Faustino Uruchi, son los cuatro dirigentes de un supuesto sindicato agrario campesino de Achachicala, quienes se dedican al tráfico de tierras. Lo que hacen estos señores es adueñarse de las tierras de forma violenta, vulnerando la ley 477”, dijo el abogado.

Según el jurista, estas cuatro personas ya tienen varias denuncias ante la justicia precisamente por toma violenta de tierras y que ahora ellos iniciarán una demanda penal por la misma razón.

Contó que en el momento de la “conciliación” a la que convocó la propia Policía, ellos como abogados poco o nada podían hacer frente a la prepotencia de los dirigentes que los acusaron de haber tomado tierras que no eran suyas; sin embargo; Nemtala dijo que ellos cuentan con documentos de propiedad de esos predios de hace 50 años y que no fueron reconocidos por los avasalladores.

El abogado aseguró que la destrucción de muros y el uso de maquinaria pesada en el lugar ocasionó una pérdida de más de 25.000 dólares, tomando en cuenta que el cableado destruido no es un cable eléctrico, sino es la línea de transmisión que tenía la radio bajo tierra.

Hasta el momento, no se sabe quién pagará esos destrozos ya que los avasalladores solo pretendían la toma de los terrenos arguyendo ser un grupo de comunarios que requieren tierras para sus viviendas.