Funcionarios de la gobernación de Pando denunciaron un golpe institucional propiciado por el asambleísta Wilson Quiñones (MAS) en contra de Paola Terrazas Justiniano también del MAS, quien padece Covid-19 y fue llevada a la ciudad brasileña de Rio Branco por la gravedad de su caso. Ahora Quiñones se hizo del cargo y destituyó a Terrazas y a todo su personal de confianza.
Según los denunciantes, Terrazas Justiniano solicitó licencia por Covid-19 hasta el próximo 9 de febrero y dejó a Quiñones en suplencia legal hasta entonces. Pero desde la anterior semana, el asambleísta empezó a destituir de sus cargos a los colaboradores directos de la Gobernadora que lucha contra el coronavirus.
Finalmente, el lunes organizaron una sesión de la Asamblea Departamental en la que informaron que la máxima autoridad no podía ausentarse a otro país y que al ser una falta grave se la destituía y asumía en su lugar el gobernador en suplencia.
El gobernador electo de Pando fue Luis Adolfo Flores, pero fue electo senador por ese departamento y tuvo que renunciar a su cargo. Según el estatuto autonómico pandino, ante la renuncia del Gobernador asume ese cargo la vicegobernadora hasta concluir la gestión.
Curiosamente todos los cargos tienen como titulares a militantes del MAS, aunque los funcionarios afirman que Terrazas nunca fue una militante activa y se rodeó de personal técnico que le ayude a concluir sus funciones. El Covid-19 la obligó a dejar el cargo de manera temporal y fue suficiente para sacarla del cargo.
Terrazas Justiniano, no es candidata a la reelección porque fue designado, Miguel “Chiquitín” Becerra como aspirante del MAS a la Gobernación pandina. Para mañana se convocaron a los grupos civiles que están contra la decisión del MAS de desplazar a la gobernadora y poner a uno de sus asambleístas.
EL DEBER intentó comunicarse con el senador Flores que fue el gobernador electo, pero tenía el teléfono apagado. Wilson Quiñones no respondió las llamadas y debe rendir cuentas el próximo martes cuando fenece su mandato temporal.
Los funcionarios desplazados por Quiñones relataron que, desde el lunes empezó a reclutar a otras personas que se denominaron “compañeros” y que pertenecen al grupo de Becerra en la campaña electoral de cara al 7 de marzo.
