El vocero presidencial Jorge Richter explicó que el Gobierno prioriza la adopción de medidas graduales para la reactivación económica cuidando el bolsillo de la población y no así “paquetes económicos” como solían hacer anteriores gobiernos.
La autoridad, entrevistada vía zoom en el programa Asuntos Centrales, enumeró cada una de las medidas económicas ya asumidas para superar la crisis económica, así como la restricción en el gasto corrientes y algunas acciones, como los preparativos para conseguir el alivio de la deuda externa.
Sin embargo, dejó en claro que todas esas disposiciones y acciones buscan la reactivación de la demanda interna y que no se afecten los bolsillos de las y los ciudadanos.
“Reactivar la demanda interna implica un importante gasto público para poder incorporar recursos en la sociedad y que se garantice a la población que pueda generar sus propios recursos y dar continuidad a sus actividades económicas”, manifestó.
Recordó que, en el pasado, los gobiernos neoliberales solían dictar medidas de ajuste o “paquetes económicos”, algo que no está pensado en la actual gestión.
“No hay medidas de ajuste, hay medidas graduales permanentes pensando siempre en el alivio que pueda tener la gente. Podemos ir más rápido sin la espectacularidad que puede significar el anunciar un enorme paquete de inversiones pero sí preservando la tranquilidad y el sosiego en el bolsillo y en la economía familiar. Por ello es que se ha optado por este modelo”, sostuvo Richer.
El Vocero destacó la reactivación de obras y proyectos como el Tren Metropolitano o factorías, en Cochabamba, así como la puesta en marcha de la Planta de urea y la reprogramación de créditos.
Esas medidas se suman a otras asumidas en los últimos dos meses, entre las cuales están el Bono contra el Hambre, la Ley del Régimen de Reintegro en Efectivo del Impuesto al Valor Agregado, el Presupuesto General del Estado que prioriza la salud, la educación y la inversión pública; la Ley del Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF), la reducción del gasto corriente y la reprogramación de deudas con seis meses de gracia sin interés ni capital.