Las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero, cayeron el año pasado debido a una menor producción de petróleo y gas. No obstante, seguían siendo equivalentes al total de emisiones de dióxido de carbono de la Unión Europea.
Las operaciones de petróleo y gas emitieron poco más de 70 millones de toneladas métricas de metano a la atmósfera en 2020, según la más reciente edición del informe anual Methane Tracker de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicado el lunes. Las emisiones fueron 10% más bajas que la estimación para 2019 tras los recortes de producción y la introducción de nuevas regulaciones para el metano.
“La tarea ahora para la industria de petróleo y gas es garantizar que no haya un resurgimiento de las emisiones de metano, incluso a medida que la economía mundial se recupera, y que 2019 se convierte en el pico histórico”, dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. “Será fundamental contar con medidas tempranas para las emisiones de metano a fin de evitar los peores efectos del cambio climático”.
Las emisiones de metano son la segunda causa de calentamiento global después del dióxido de carbono. Si bien el metano es menos abundante en la atmósfera que el dióxido de carbono y tiene una vida útil más corta, absorbe mucha más energía que el CO₂, por lo que es un gas de efecto invernadero más potente.
La agricultura sigue siendo la mayor fuente de emisiones de metano causadas por el hombre y le sigue el sector energético. La producción de petróleo es responsable de aproximadamente 40% de las emisiones de metano de la industria energética, y la cadena de valor del gas natural representa el 60% restante.
La detección de las emisiones de metano ha sido un desafío porque en su mayoría son causadas por fugas difíciles de detectar. No obstante, en meses recientes, nuevos satélites han proporcionado una forma de identificar grandes descargas.
Las emisiones de metano deben caer 70% en la próxima década, una disminución equivalente a la eliminación de las emisiones de CO₂ de todos los automóviles y camiones en Asia, según el informe. La reparación de las fugas de metano sería rentable para las compañías de energía porque el metano capturado se puede vender como gas natural. El costo de las reparaciones y el mantenimiento necesarios para capturar metano a menudo se puede pagar con el valor del gas adicional que se trae al mercado.
Sin embargo, los precios más bajos del gas natural durante 2020 hicieron que la reducción del metano fuera menos atractiva. Si bien eso podría cambiar si los precios del gas natural suben, como ha sucedido en las últimas semanas, será esencial contar con medidas regulatorias para abordar el tema de las emisiones, dijo la AIE.
La organización pidió a los Gobiernos que aborden el tema en las conversaciones sobre asuntos climáticos de las Naciones Unidas en Glasgow en noviembre. La reunión, conocida como COP26, sería una oportunidad para que Gobiernos y empresas incluyan las emisiones de metano en sus promesas de reducción de la huella ambiental para frenar el cambio climático.